productor Gilberto Mauricio Romero, presentado en días recientes en la Ciudad de México.
La frase “aquí estamos enfierrados, somos un chingo y no nos detienen, traemos placa y es suficiente. Juzgamos nosotros”, marca el inicio de la melodía, que es acompañada de las imágenes de un convoy de hombres armados, que circulan en la presunta búsqueda de implicados en “actos de corrupción”.
“No se ocupan jueces, los levantamos sin una orden, torturamos, nadie nos detiene. Aquí en Chihuahua somos los jefes. Es la instrucción del jefe de jefes: Javier Corral Jurado”, añade una de las estrofas.
Evidencia además algunos de los abusos expuestos en el documental, como el desnudar a los acusados, la firma de papeles en blanco o las amenazas de atentar contra sus familias, en caso de que se declaren inocentes.
Recuerda además la casa del terror, donde el exfiscal Francisco González Arredondo, alias “paquito”, acostumbraba torturar física y psicológicamente a los detenidos: “Llévenlos abajo, denles una calentadita, que no se les pase, pa’ que sientan y ahí se den cuenta de nuestra Operación”.
Menciona además el caso de Lázaro Joaquín López, exfuncionario de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico, a quien, según el corrido, dejaron morir en prisión por instrucciones precisamente del “jefe de jefes”.
“Extorsionamos, torturamos en la casa del terror. Nada nos detiene. Soy Paco González y en Chihuahua la fuerza la ordenó mi jefe, Javier Corral Jurado, el jefe de jefes”, concluye la historia.
Fuente:La opcion de chihuahua
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