Por un acceso trasero llagaron todos los gobernadores de Morena en funciones, además de los electos de Puebla, Yucatán y Chiapas, instalados en la segunda fila. En la tercera estaban todos integrantes del gabinete legal y ampliado del actual gobierno, excepto los de Sedena y la Marina
Los seguidores de Claudia Sheinbaum, ya convertida oficialmente en presidenta electa, comenzaron a llegar al Teatro Metropólitan desde antes de las 8:00 de la mañana. El personal del recinto ni siquiera había barrido la banqueta y colocado vallas para ordenar el acceso, que sería cuatro horas más tarde.
Llegaron más de las 3 mil 100 personas que caben en las butacas del teatro. La entrada fue con boleto. Ya dentro había desorganización para asignar lugares a los asistentes y la prensa.
Un organizador llamaba repetidamente a los acomodadores para que guiaran a las personas a los asientos después de la tercera fila, pues las primeras, como siempre, estaban reservadas para los invitados especiales.
En las pantallas del Metropólitan fue proyectada en directo la ceremonia de entrega de constancia de mayoría a Sheinbaum Pardo, realizada en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). La gente aplaudió y coreó “presidenta, presidenta”.
Por un acceso trasero llagaron todos los gobernadores de Morena en funciones, más los electos de Puebla, Yucatán y Chiapas, instalados en la segunda fila. En la tercera estaban todos integrantes del gabinete legal y ampliado del actual gobierno, excepto dos: los secretarios de Defensa Nacional y de Marina, que tuvieron asientos en la primera fila.
A los integrantes del equipo de Sheinbaum le tocó estar en la cuarta fila y detrás de ellos los legisladores electos de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo. Ausencia notoria de Javier Corral, quien será senador en la próxima legislatura y fue rescatado por autoridades capitalinas del intento de arresto por parte de elementos de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua.
Claudia Sheinbaum arribó al teatro poco antes de las 2:00 de la tarde. Después de saludar a simpatizantes y a sus invitados especiales, la presidenta electa subió al escenario para dirigir un mensaje. Los primeros 10 minutos de su discurso, de casi 44, los dedicó a alabar a Andrés Manuel López Obrador como el mejor presidente de la historia de México.
“Nuestros adversarios se molestan cuando hablo de Andrés Manuel López Obrador. Piensan que me afectan cuando repiten sus insultos cargados de misoginia. Lo que quisieran es que hubiera un deslinde, que marcara diferencia, que lo criticara. No lo voy a hacer. Primero… Nunca”, sostuvo.
Después, Claudia Sheinbaum perfiló que gobernará con amor.
“A quienes no están de acuerdo con nosotros y aún siguen sin entender qué pasó este 2 de junio, les recomiendo que analicen a fondo la profunda transformación que ha vivido México, del empoderamiento de nuestro pueblo y que se aprenda a hacer política con fraternidad, con amor a México y con amor a nuestro pueblo. La política se hace con amor, no con odio”, resaltó.
A quienes los integrantes de la próxima legislatura los urgió a “aprobar en el corto plazo las reformas enviadas por el presidente de la República”. Hizo especial referencia a la reforma judicial. Reconoció que puede haber flexibilidad con respecto a la propuesta original, pero lo único que no cambiará es que ministros, magistrados y jueces sean electos por voto popular.
“Lo dije ahora, y no me dejarán mentir, que estuvimos ahí en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Estaban presentes los ministros de la Suprema Corte de Justicia (de la Nación) y lo dijimos claro: hay un mandato popular de mejorar la justicia para las mexicanas y los mexicanos”, advirtió.
La presidenta electa dijo que a partir de hoy dejó de representar a un sector de la población porque ahora representa a todos los mexicanos.
Pero antes, hizo un paréntesis para “sugerir” a Morena que hagan un congreso nacional para reformar al partido.
“Que actualice este nuevo proceso de la transformación, nuestros documentos básicos, nuestros estatutos y que se pueda trazar una ruta clara que separe la labor del partido, la labor del gobierno, en el proceso de transformación. Y, por supuesto, y es una sugerencia, que en este congreso se elija a la nueva dirigencia de nuestro partido”, propuso.
Ya cerca del final de su discurso, Claudia Sheinbaum resaltó los avances de las mujeres en la sociedad mexicana. Pidió referirse a ellas con un lenguaje inclusivo.
“Las mujeres podemos ser presidentas. Y con ello hago una respetuosa invitación para que nombremos ‘presidenta’, con ‘a’. (…) Así como decimos ‘maestra’, ‘abogada’, ‘científica’, ‘ingeniera’ con ‘a’, porque, cómo nos han enseñado, lo que se nombra existe y lo que no se nombra no existe. Y hoy, con mucho orgullo, podemos reivindicarlo”, demandó.
La ceremonia terminó con la interpretación del Himno Nacional y la fotografía oficial, para la que Sheinbaum bajó del escenario para y al asiento central de la primera fila. De nuevo saludó de beso a los presentes a su paso, como Marcelo Ebrard, próximo Secretario de Economía; Luisa María Alcalde, actual Secretaria de Gobernación, y sus familiares.
Llamó la atención que se saltó a Gerardo Fernández Noroña, diputado del PT y senador electo. Después de un par de pasos, Sheinbaum notó la omisión y volteó hacia él, pero sólo intercambiaron algunas palabras y una sonrisa.
Fuente: Latinus