En las zonas fronterizas continúa la incertidumbre y la frustración por la falta de claridad o nula información oficial, mientras los estados no terminan de instalar los albergues para recibir a los migrantes
Este martes, dos caras predominaron entre los migrantes del lado mexicano de la frontera: la esperanza de poder pasar hacia Estados Unidos pese a que todo está en su contra, y los deportados, que se niegan a regresar a sus países de origen y piden una segunda oportunidad.
Hasta el momento, las autoridades contabilizan 248 migrantes deportados de Estados Unidos a la central camionera y a otros al aeropuerto por el puente internacional Reynosa-Hidalgo.
“Me agarraron en el muro, mi esposa sigue detenida”, declaró Jonathan Tolentino.
Daniel, deportado cubano, afirmó que permanecerá en Monterrey, mientras que una migrante venezolana confío en que volverá a intentar cruzar hacia Estados Unidos.
La otra cara, la de la esperanza, estaba en alrededor de 50 migrantes originarios de Haití que, a pesar de que sabían que su cita con el CBP One ya estaba cancelada, llegaron con la idea de permanecer unos meses en México y esperar a que el gobierno de Donald Trump los vuelva a admitir.
Por otra parte, tuvimos oportunidad de platicar con una de las autoridades que atienden a los migrantes y reconocieron que aún desconocen cómo se va a aplicar este apoyo de dos mil pesos que ofreció el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a los deportados mexicanos.
Frustración por cancelación de CBP One
En Tijuana se mantiene la incertidumbre entre los migrantes, quienes no han recibido información oficial para decirles que ya no podrán ingresar a Estados Unidos, luego de que se cancelaran sus citas en la aplicación CBP One.
“No se ha dado todavía, no sabemos cuáles sean las normas en que van a manejarlo para hacer esas deportaciones”, dijo a Latinus José María García Lara, coordinador de Alianza Migrante.
Sin embargo, no han pasaron 24 horas de la toma de protesta de Trump, y no hay albergues listos, ni director de Atención al Migrante.
José Luis Pérez Canchola declaró ayer que el secretario general de Gobierno le pidió firmar la renuncia acusándolo de exagerar y mentir.
El ahora exdirector afirmó el domingo pasado sobre la inseguridad a la que se enfrentan los migrantes y la necesidad de atenderlos.
“Tijuana es una ciudad con mucha violencia, aquí hay organizaciones criminales que abusan de los migrantes, en ese sentido hay que estar atentos y apoyar a la gente porque todo migrante tiene derechos humanos”, señaló.
Estados instalan albergues
En Chihuahua se instalarán cuatro carpas de 50 por 30 metros cada una, así como un área para logística, un comedor, baños y regaderas con suministro de energía independiente al tendido eléctrico de la ciudad para proveer calefacción a los pabellones, que en total tendrán una capacidad para albergar a unas cinco mil personas.
De acuerdo con datos oficiales, en el estado serán cinco instalaciones similares, tres en Ciudad Juárez y dos en Ojinaga para ofrecer estancia temporal a los posibles regresados por el nuevo gobierno de Trump.
Entre las principales preocupaciones por la operación del albergue es el clima, debido a las bajas temperaturas en la temporada invernal; el lugar de acogida será temporal, sólo de tres a cuatro días, para trasladar o que se transporten por sus propios medios a sus lugares de origen.
Fuente: Latinus