México “reprueba” en el Índice de Democracia 2024 por el debilitamiento institucional durante el gobierno de AMLO

Estos indicadores reflejan la creciente desconfianza ciudadana en las instituciones democráticas, así como deficiencias en la capacidad gubernamental para tomar decisiones efectivas y representativas, indica el reporte

México ocupó la posición 84 de 167 a nivel global en el ranking del Índice de Democracia 2024, con una puntuación de 5.32 sobre 10, lo que coloca al país lejos del grupo de las 25 “democracias plenas” y lo ubica en la categoría de “régimen híbrido”, debido al debilitamiento de las bases institucionales de la democracia mexicana durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El reciente reporte elaborado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por sus siglas en inglés) —en el que se ubican en las primeras cinco posiciones Noruega, Nueva Zelanda, Suecia, Islandia y Suiza— detalla que los aspectos más preocupantes en la evaluación de México son su baja calificación en “cultura política” (1.88 puntos sobre 10) y “funcionamiento del gobierno” (5 puntos sobre 10).

Estos indicadores reflejan la creciente desconfianza ciudadana en las instituciones democráticas, así como deficiencias en la capacidad gubernamental para tomar decisiones efectivas y representativas, indica el reporte.

A pesar de haber registrado una buena calificación en “participación política” (7.22 puntos), México sigue lidiando con retos estructurales como la corrupción, el debilitamiento del Estado de derecho y la creciente influencia del crimen organizado en la política.

El informe apunta además que Claudia Sheinbaum ganó de manera contundente la presidencia de México en 2024, impulsada por la popularidad del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la elección estuvo marcada por altos niveles de violencia, con 37 políticos asesinados durante la campaña.

De acuerdo con el documento, durante el mandato de López Obrador, las bases institucionales de la democracia mexicana se debilitaron, lo que llevó al país a ser reclasificado como un “régimen híbrido”. Sus ataques a los medios, el debilitamiento de organismos electorales y judiciales, y la expansión del rol de las Fuerzas Armadas afectaron la calidad democrática. A pesar de ello, su aprobación alcanzó el 74% en 2024, en gran parte debido a políticas económicas que beneficiaron a los sectores más pobres, como el aumento del salario mínimo y la reducción de la pobreza.

No obstante, el panorama institucional es incierto: López Obrador promovió reformas constitucionales de última hora que permitirán la elección de jueces, lo que podría politizar aún más el Poder Judicial en favor de Morena.

Aunque México avanzó en el ranking global respecto al año pasado, su puntuación general se mantiene estancada, lo que indica que el ascenso se debió más a la caída de otras naciones que a una mejora sustancial en sus indicadores democráticos. En 2023, México ocupaba una posición similar y su inclusión en la categoría de “régimen híbrido” ya evidenciaba problemas en la consolidación de su democracia.

El informe también señala que la región de Latinoamérica continúa en un proceso de retroceso democrático, con nueve años consecutivos de caída en la calidad de sus democracias. En este contexto, México se encuentra en una posición intermedia dentro de la región, por debajo de países como Uruguay y Costa Rica, pero por encima de naciones como Venezuela y Nicaragua, que figuran en la lista de “régimen autoritario”.

El reporte de The Economist advierte que la falta de avances significativos en la calidad democrática de México podría derivar en una mayor desafección ciudadana y en el fortalecimiento de tendencias populistas que comprometan aún más la estabilidad del sistema político.

Fuente: Latinus

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