Pablo Lemus aseguró que se debe esperar al informe final que presentará la FGR sobre el rancho y destacó que no hay indicios de crematorios en el lugar
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, negó que los restos óseos encontrados en el rancho Izaguirre fueran humanos, sin embargo, aseguró que “hay que esperar al informe final que va a presentar” la Fiscalía General de la República (FGR) para tener respuestas concluyentes; horas antes la dependencia federal había confirmado que los restos sí eran humanos.
“No eran restos humanos, sí eran restos óseos, yo creo que ha habido una confusión también, sí eran restos óseos, pero no eran restos humanos”, dijo el mandatario estatal en entrevista con medios locales este martes.
Lemus sólo respaldó la declaración de la FGR sobre que se descartaba que el predio ubicado en Teuchitlán hubiera sido usado para incinerar a las personas que se habrían sido coptadas por el crimen organizado, como en un inicio el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco había dado a conocer.
“No hay indicios de hornos crematorios, que no hay indicios que ahí hubieran incinerado personas”, afirmó el gobernador emecista.
En la conferencia matutina de ayer, la FGR informó que como parte de las investigaciones que están realizando desde que en la madrugada del 25 de marzo tomarán posesión del rancho, se encontraron restos humanos que están siendo analizados lograr su identificación.
“Hay varias ocasiones en que se lograron establecer algunos restos humanos, están muy fraccionados, son pequeños cuencos donde se hallan restos que no corresponden a un sólo cadáver, estos restos tienen en algunos casos huellas en algún tipo de cremación”, explicó.
Desde septiembre de 2024, el rancho Izaguirre fue asegurado elementos de la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Jalisco, sin embargo, las investigaciones no avanzaron durante los siguientes seis meses.
Fue hasta el 8 de marzo, cuando en una transmisión en vivo en redes sociales el colectivo Guerreros Buscadores dio a conocer que en el rancho en Teuchitlán habían al menos 400 pares de zapatos y denunciaron que se trataba de un “campo de exterminio”.
Días después, el gobierno federal informó que se trataba de un “campo de adiestramiento” del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) donde las víctimas eran engañadas con ofertas de trabajo para ser reclutadas.
Fuente: Latinus
