Los reclutadores buscan a personas dispuestas a trabajar en esta actividad ilícita y que sean discretos para “cocinar” esta droga, lograr la síntesis de precursores y evitar la importación desde China
Los cárteles están reclutando a los estudiantes de química de universidades mexicanas para la producción de fentanilo, alerta un reportaje publicado por el diario The New York Times.
La publicación cita el testimonio de tres estudiantes de química, quienes afirman que han sido reclutados para experimentar la creación de precursores y potenciar la droga, o sólo se dedican a supervisar y trabajar con los cocineros que producen fentanilo.
El medio señala que esta práctica se ha incrementado desde la pandemia de la Covid-19 y narra la historia del reclutador de un cártel que entró a una universidad disfrazado de conserje para intentar coptar a un estudiante de química de segundo año.
“Eres bueno en lo que haces (…) tú decides si lo haces”, le dijo el hombre al estudiante.
El NYT afirma que los cárteles están apostando por sintetizar los precursores del fentanilo y así evitar importarlos desde China.
“Nos convertiría en los reyes de México”, dijo al medio uno de los estudiantes de química entrevistados, quien habría cocinado fentanilo durante seis meses.
Un reclutador que trabaja para el Cártel de Sinaloa dijo al medio estadounidense que ellos analizan previamente a los estudiantes; consideró que el candidato ideal es quien tenga “astucia callejera”, una persona que no se acobarde por producir una droga letal y que sea discreto.
Además, contactan con sus amigos, conocidos, incluso con las familias para saber si estarían dispuestos a trabajar en esto; en ocasiones hasta les ofrecen pagar sus carreras.
Un maestro de una universidad de Sinaloa contó que hay estudiantes que se inscriben a clases de química para familiarizarse con la fabricación de drogas sintéticas.
“A veces, cuando les estoy enseñando la síntesis de fármacos, me preguntan abiertamente: ‘Oye, profesor, ¿cuándo nos enseña a sintetizar cocaína y otras cosas?”, declaró en condición de anonimato.
En uno de los testimonios, The New York Times explica que una joven recibió la propuesta de un familiar que había trabajado con el Cártel de Sinaloa y le ofreció mil dólares.
Aunque “estaba aterrorizada”, ella aceptó y comenzó a trabajar en un laboratorio a una hora de distancia en vuelo de la capital de Sinaloa, con la tarea de “fabricar fentanilo más potente”.
Un segundo caso es el de un estudiante que fue reclutado para fabricar precursores como parte de un equipo de investigación y desarrollo.
“No te dicen cómo hacerlo, dicen: Estos son los productos, los vas a fabricar con esto, podría salir mal, pero es por eso que estás estudiando”, expresó al diario.
Incluso señala que si a los narcotraficantes “no les gusta lo que propuse, te pueden hacer desaparecer”.
Fuente: Latinus