El expresidente republicano Donald Trump dio este jueves un mitin en El Bronx, Nueva York, un terrono demócrata en el que fue recibido por un público entregado al que entretuvo con sus temas habituales de campaña, especialmente la migración, y hasta con lecciones de vida.
A sus 77 años, Trump mostró gran energía durante la hora y media que duró el mitin en Crotona Park ante miles de personas —10 mil según la organización, y 3 mil 500 según la ciudad—, de gran diversidad en raza y edades y que le mostraron un apoyo, mientras un despliegue policial separaba a los escasos manifestantes antitrumpistas que se atrevieron a aparecer.
En un distrito en el que más de la mitad de la población es hispana y más de un cuarto afroamericana, el candidato republicano argumentó que millones de migrantes están dejando vacías las cárceles de sus países, entrando ilegalmente en Estados Unidos y cometiendo “crímenes migrantes”.
Entre gritos de “Send them back” y “Build the wall”, Trump prometió “la mayor deportación criminal de la historia” e incluso señaló que los migrantes “están creando un ejército desde dentro” porque “suelen tener buen físico, entre 19-25 años, casi todos son hombres, y están en edad de luchar”.
El político eligió anécdotas como el “ataque de una banda migrante a policías” en Times Square o el uso de una escuela como refugio migrante en Brooklyn, y recuperó de su anterior campaña una historia metafórica sobre una serpiente (el migrante) rescatada de la calle por una mujer a la que luego el animal traiciona y muerde.
El expresidente se proclamó más capaz que su rival, el presidente demócrata Joe Biden, aunque con una declaración arriesgada: para cuestionar las capacidades del líder demócrata, afirmó que los líderes de China, Corea del Norte y Rusia están “en la cima del mundo”.
Político, empresario y “coach”
Los seguidores de Trump escucharon las anécdotas de su trayectoria como empresario inmobiliario en Nueva York; incluso bromeó con que tenía una sobredosis de política y quiso ofrecer una plática sobre el éxito a la gente joven de El Bronx.
Entre el público había familias con ancianos, bebés y niños, grupos de adolescentes, parejas de mediana edad y muchos adultos jóvenes, sobre todo hombres, con una notable presencia de judíos que lucían la kipá y camisas tradicionales, aunque la tónica eran las gorras rojas con el lema “Make America Great Again”.
“Cuanto más duro trabajas, más suerte tienes”, comenzó el magnate, que pasó varios minutos dando consejos sobro cómo elegir una profesión que a uno le guste, seguir levantándose frente a las adversidades, y mantener el impulso a lo largo de la carrera.
Su carisma y currículo empresarial son atractivos para muchos seguidores de clase media, como Krystal, una joven demócrata que dijo admirar al Trump constructor de campos de golf, o María, una artesana salvadoreña que valoró su carácter rebelde y que arregló la ciudad durante décadas.
Un grupo de vecinos de origen dominicano que ondeaban su bandera declaraban a EFE que Trump es su candidato por ser un hombre de valores y provida, además de que defenderá las fronteras mejor que Biden y reducirá la delincuencia.
Para su primer mitin en Nueva York desde 2016, Trump se rodeó de republicanos como el comentarista Andrew Giuliani o el congresista floridano Byron Donalds, pero destacó el exsenador demócrata y reverendo Rubén Díaz Sr, que le dio su voto y dijo a EFE estar seguro de que El Bronx podía volverse republicano.
Uno de los argumentos repetidos por el candidato —y por sus invitados— fue que los allí reunidos no eran “negros, marrones ni blancos”, sino estadounidenses, y que votaban como tales. Palabras que eran respondidas con gritos de ¡U-S-A, U-S-A!
Y el candidato concluyó cambiando su lema a “Make Our City Great Again”. Recordó que vayan a votar a los “patriotas que trabajan duro como ustedes y que van a salvar nuestro país. Nuestro voto va a ser demasiado amplio como para ser manipulado”.
Fuente: Latinus