El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció que mañana presentará su dimisión tras las elecciones de este domingo, pero se mostró dispuesto a dirigir el Ejecutivo de forma provisional ante la situación de bloqueo parlamentario y por la cercanía de los Juegos Olímpicos.
“Nuestro país afronta una situación política sin precedentes y se prepara a acoger al mundo en algunas semanas”, dijo Attal en referencia a los Juegos Olímpicos de París que comienzan el próximo día 26.
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“Por tanto, asumiré evidentemente mis funciones todo el tiempo que el deber me lo exija”, añadió en una declaración oficial tras conocerse los resultados de los escaños para la nueva Asamblea Nacional, en la que el bloque macronista queda en segundo lugar tras el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda y por delante de la ultraderecha lepenista.
Attal pidió “responsabilidad” a los grupos políticos porque en el nuevo mapa político “los extremos no pueden impulsar una mayoría absoluta” en la Asamblea.
El primer ministro saliente aseguró que estas elecciones han evitado los tres grandes peligros que, según él acechaban al país: una mayoría de la extrema derecha, una mayoría del NFP con un fuerte influjo de la extrema izquierda y la liquidación del movimiento político macronista.
La izquierda ha obtenido la mayoría relativa en Francia con todos los escaños ya asignados, y tendrá casi una treintena de diputados más que el macronismo y medio centenar más que la ultraderecha de Marine Le Pen.
Con este imprevisto mapa político, la Asamblea Nacional queda enormemente dividida y sin mayorías claras (la mayoría absoluta es de 289 diputados), por lo que la gobernabilidad de Francia entra en una fase muy incierta, especialmente en un país sin tradición de coaliciones ni alianzas.
Fuente: Latinus