Llegará el martes a Indonesia, un país de mayoría musulmana, donde visitará la mezquita Istiqlal que conecta con la catedral de Nuestra Señora de la Asunción; en el país un 3% es católico y 90% musulmán
Cuando el papa Francisco visite Indonesia la próxima semana, se detendrá en una mezquita de Yakarta que tiene una característica inusual: un túnel que la conecta con la catedral católica de la ciudad, como parte de un impulso a la armonía entre religiones en su gira de 12 días por Asia-Pacífico.
El “Túnel de la Amistad”, de 28.3 metros, que conecta la emblemática mezquita Istiqlal con la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, fue construido por el gobierno en 2020 como símbolo de la armonía religiosa, un tema que el jefe mundial de la Iglesia católica también ha destacado en sus viajes durante sus 11 años de papado.
El papa Francisco, de 87 años, llega el martes a Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, en la primera etapa del viaje más largo de su papado, que también le llevará a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Los planes han suscitado preocupación por sus crecientes problemas de salud.
Está previsto que el papa Francisco participe en un encuentro interreligioso en la mezquita, la más grande del sudeste asiático, y que visite el túnel, que cuenta con ventanas que dejan entrar la luz y obras de arte con inscripciones en las paredes, pero que aún no está abierto al público.
Sólo un 3% de los 280 millones de habitantes de Indonesia son católicos, mientras que casi el 90% son musulmanes.
El papa Francisco tiene previsto reunirse con el presidente saliente, Joko Widodo, y celebrar una misa en un estadio de Yakarta, a la que se espera que asistan más de 80 mil personas, dijo el reverendo Thomas Ulun Ismoyo, un funcionario de la Iglesia indonesia.
La visita ha entusiasmado a los católicos indonesios, que no han vivido una visita papal en más de tres décadas.
“Si pudiera conocerle, sólo podría inclinarme ante él. Ni siquiera me atrevería a cogerle la mano”, dijo María Regina Widyastuti Sasongko, una mujer católica de 77 años que vende artículos como estatuas y camisetas con el rostro del Papa.
Indonesia ya ha recibido la visita de dos papas: el primero, Pablo VI, en un viaje a Yakarta en 1970, y en 1989, Juan Pablo II, que visitó otras cuatro ciudades.
Símbolo de amistad, pasado accidentado
Yaqut Cholil Qoumas, ministro de Asuntos Religiosos de Indonesia, declaró que la visita del papa era un símbolo de amistad entre personas de todas las religiones en Indonesia. “La visita del papa convierte a Indonesia en un barómetro de la paz y un pilar de la tolerancia”, dijo a Reuters.
Sin embargo, Indonesia ha tenido una accidentada historia de armonía religiosa.
El catolicismo llegó al país a través de los misioneros portugueses en la zona oriental en el siglo XVI, pero los historiadores afirman que fue prohibido durante el dominio colonial neerlandés durante unos dos siglos en favor del protestantismo.
El Vaticano nombró oficialmente un representante diplomático en Indonesia en la década de 1940.
Y en la Indonesia moderna, oficialmente un Estado laico, las religiones minoritarias aún pueden sufrir discriminación.
El organismo de vigilancia de la libertad religiosa de Estados Unidos ha afirmado que “las condiciones de libertad religiosa en Indonesia seguían siendo deficientes” en 2023, citando varias normativas, entre ellas algunas que llevaron al cierre de lugares de culto, incluidas iglesias.
Andreas Harsono, investigador sobre Indonesia de Human Rights Watch, afirmó que las raíces de la intolerancia religiosa, y del cierre de iglesias, son las leyes que las facilitan.
Fuente: Latinus