Elon Musk ha gastado alrededor de 119 millones de dólares para movilizar a los seguidores de Trump y en las últimas semanas se ha sumado a sus mítines como orador
La elección presidencial de la próxima semana no es solo un referéndum sobre Donald Trump y Kamala Harris. También es una prueba de la influencia que el hombre más rico del mundo ejerce sobre la democracia estadounidense.
Elon Musk, el magnate tecnológico y empresarial nacido en Sudáfrica, ha gastado al menos 119 millones de dólares en movilizar a los seguidores de Trump para apoyar al republicano.
Su plataforma de redes sociales, X, se ha convertido en una fuente de propaganda a favor del expresidente y está desempeñando un papel protagonista en los mítines al estilo Trump en los estados disputados.
Y todo esto, mientras es objeto de un creciente escrutinio. El jueves no acudió a una vista de un juicio sobre su esfuerzo por repartir millones de dólares entre votantes registrados, obsequios que expertos legales comparan con la compra de votos.
Además, está siendo investigado por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) y The Wall Street Journal informó recientemente que Musk se comunica de forma regular con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo que podría suponer un riesgo para la seguridad nacional porque SpaceX, su compañía aeroespacial, tiene contratos millonarios con la NASA y el Departamento de Defensa.
Musk no es la única persona cuya inmensa riqueza lo coloca en el nexo de unión entre la política, los negocios y la política exterior.
Pero pocos trabajan de forma tan pública en favor de un único candidato como Musk, cuyos extensos lazos empresariales y creciente bravuconería plantean una compleja prueba del poder político de una persona no electa.
Su importancia es quizás una de las consecuencias más tangibles de la decisión de 2010 de la Corte Suprema sobre Citizens United, que eliminó muchos de los límites a las contribuciones políticas.
“Esta es, sin duda, una elección provocada por Citizens United”, dijo Daniel I. Weiner, director de elecciones y gobierno en el Brennan Center for Justice, quien agregó que el fenómeno va más allá de Musk.
“De lo que realmente se trata es de una transformación de nuestro sistema de financiamiento de campañas electorales a uno en el que los donantes más ricos están desempeñando un papel clave”.
Musk no respondió a una solicitud de comentarios realizada a través de su abogado. Tesla, su compañía de autos eléctricos, y X no respondieron a consultas. SpaceX rebatió partes del informe del Journal en un comunicado y dijo que sigue trabajando en “estrecha asociación con el Gobierno de Estados Unidos”.
La reciente conversión de Musk a “Dark MAGA”
La conversión de Musk a guerrero de Trump autodenominado como “Dark MAGA” es reciente.
En el pasado, donó sumas modestas tanto a republicanos como a demócratas, incluyendo 5 mil dólares a Hillary Clinton en 2016, según los registros. No había contribuido a los esfuerzos políticos de Trump hasta este año, según las declaraciones de financiamiento electoral federales.
Una vez que lo hizo, su compromiso ha sido total.
Musk ahora lidera America PAC, un comité de acción política que está encabeza los esfuerzos de Trump para movilizar a los votantes. Como recién llegado a la política, ha tenido problemas de adaptación.
Durante el verano, America PAC trató de alcanzar sus objetivos de contacto con los votantes. Musk contrató a un nuevo equipo de consultores políticos, Generra Peck y Phil Cox, que trabajaron en la fallida campaña presidencial del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis.
Sobre el papel, las cifras han mejorado. Pero funcionarios republicanos, operadores y activistas dicen que en algunos lugares críticos ha sido difícil determinar qué tan activo ha sido el esfuerzo del PAC sobre el terreno.
La presencia del comité no es perceptible en la Georgia rural, según tres estrategas republicanos que están siguiendo de cerca la situación en el estado en disputa. Por ejemplo, America PAC ha mostrado poca evidencia de dejar folletos en las puertas, algo habitual cuando un votante no está en casa, especialmente en lugares remotos, dijeron las tres personas.
También hay indicadores de que Musk, un innovador tecnológico, ha sido víctima de su propio juego.
En Nevada, otras tres personas familiarizadas con los esfuerzos de America PAC dijeron que los encuestadores contratados pagaron a operarios expertos en tecnología para manipular digitalmente una aplicación utilizada para rastrear su progreso, aparentemente falsificando sus datos para que pudieran recibir pagos por un trabajo que no habían realizado. Los encuestadores suelen cobran en función del número de puertas a las que llaman.
Fuente: Latinus