EFE.- Israel trabaja para forjar una coalición internacional que le proteja de un posible ataque orquestado en varios frentes por Irán y en el que podría implicarse su aliado Hezbolá, que controla desde Líbano la frontera norte del país, después de que ambos juraran venganza por el asesinato de líderes del grupo chií libanés y el grupo palestino Hamás.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, recibió ayer en Tel Aviv al nuevo secretario de Defensa de Reino Unido, John Healey, y horas después habló por teléfono con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, con los que abordó la necesidad de crear una coalición internacional “en defensa de Israel frente a Irán y sus representantes”.
Gallant planteó la importancia de esa coalición “para garantizar la estabilidad y seguridad regionales”, como ocurrió el pasado 13 de abril, cuando siete países se unieron a Israel para repeler un ataque con unos 300 drones y misiles lanzados por Irán en respuesta al asesinato de siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria doce días antes en un ataque en la embajada iraní en Damasco.
Estados Unidos, Reino Unido o Alemania integraron esa coalición, mientras que países árabes como Jordania, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí permitieron el uso de su espacio aéreo para las intercepciones.
Israel quiere reimpulsar esa alianza, en principio con los mismos países, para frustrar una posible respuesta de Irán y Hezbolá, que prometieron represalias después de que Israel matara esta semana, con ocho horas de diferencia, al máximo jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán; y al jefe militar del grupo libanés, Fuad Shukr, en Beirut.
De momento, Estados Unidos ha prometido “más despliegues defensivos” en toda la región, incluido el traslado de un nuevo escuadrón de aviones de combate y buques de defensa contra misiles balísticos, y mantendrá un portaaviones, según adelantó el jefe del Pentágono.
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Israel se encuentra en “máxima alerta” a la espera de la respuesta de Irán tras el “asesinato selectivo” de Haniyeh, que según anunció hoy Teherán, se llevó a cabo con un proyectil de corto alcance con una ojiva de unos siete kilos”. El régimen de los ayatolás insistió en que la “venganza contra Israel es inevitable”.
“El régimen terrorista sionista (Israel) recibirá una dura respuesta por este crimen en el momento, lugar y forma apropiados”, agregó.
Pese a la versión de Teherán, fuentes oficiales estadounidenses y de Oriente Medio filtraron a The New York Times que el ataque se llevó a cabo con una bomba activada por control remoto plantada hacía dos meses en la habitación en la que solía dormir Haniyeh en una casa de protocolo de la Guardia Revolucionaria.
El británico The Telegraph publicó que el Mossad contrató a varios agentes de la Guardia Revolucionaria para el atentado contra Haniyeh, que llevaba planeado hacía meses y que en un principio se iba a llevar a cabo en mayo, durante su visita para el funeral del presidente Ebrahim Raisi, pero fue entonces abortado porque en el edificio había mucha gente.
Decenas de agentes de la Guardia Revolucionaria habrían sido detenidos en los últimos días ante las sospechas de infiltraciones del Mossad en el cuerpo, según varios medios.
El asesinato de Haniyeh, quien era le jefe negociador de Hamás, ha puesto en jaque las conversaciones para un alto el fuego en la franja de Gaza, y los islamistas palestinos han expresado su rechazo a retomar el diálogo, mientras que los mediadores —Egipto y Catar— no han ocultado su disgusto con esa acción de Israel, que no contribuye a generar confianza.
Sin embargo, los jefes de los servicios de inteligencia de Israel, David Barnea del Mossad y Ronen Bar del Shin Bet, llegaron hoy a El Cairo para retomar las conversaciones con los mediadores, después de que anoche el primer ministro, Benjamín Netanyahu, les instruyera para ello.
Ambos mantendrán reuniones con los mediadores egipcios para explorar las opciones de tregua en Gaza para la liberación de los 111 rehenes que siguen cautivos, una posibilidad que parece remota; así como la permanencia de Israel en el Corredor Filadelfia, que divide Egipto y la franja, un asunto sensible y estratégico para El Cairo y Tel Aviv.
Egipto también aseguró hoy mantener contactos con las autoridades libanesas y Hezbolá para contener una escalada en la frontera norte de Israel, que hoy mató a un cabecilla del frente sur del grupo chií, que a su vez lanzó varias tandas de cohetes y proyectiles hacia el Estado hebreo.
Estados Unidos y Reino Unido se han unido a la lista de países que en las últimas semanas han pedido a sus ciudadanos que abandonen Líbano, ante el riesgo de una guerra.
Fuente:Latinus