Con Robert De Niro en favor del demócrata Joe Biden y Dennis Quaid apoyando al republicano Donald Trump, los candidatos a la presidencia estadounidense buscan influir en los votantes con todos los recursos a su alcance, entre ellos el poder de las celebridades en las urnas.
El pasado 24 de mayo De Niro advirtió: “Trump quiere venganza y no se detendrá ante nada para conseguirlo”. Su familiar voz narraba un anuncio audiovisual de campaña de Biden, titulado “Snapped”, en donde acusaba al expresidente de haber estado “fuera de control” durante su mandato y advertía que su candidatura lo convertía en un “dictador” en potencia.
Días más tarde, el actor de “The Godfather” apareció fuera del tribunal en donde se celebraba en Nueva York el juicio en el que Trump fue declarado culpable de falsificación de registros comerciales para llamarlo “bufón” y pedir a la gente que no voten por él el 5 de noviembre.
Como cada cuatro años, otros artistas ya se volcaron en las campañas. Lenny Kravitz y Barbra Streisand se posicionaron a favor de Biden, quien va ligeramente por debajo en las encuestas, y encabezaron iniciativas para recaudar fondos.
Y este sábado George Clooney, una de las figuras más influyentes de Hollywood, hará lo propio junto con Julia Roberts y el expresidente Barack Obama en otro evento de recaudación a favor de Biden en Los Ángeles en el que intentarán repetir el éxito que obtuvo Biden cuando en marzo recabó 25 millones de dólares en un acto similar en Nueva York.
Buscan aventajar la reñida carrera
Según William Dunlap, profesor de Derecho de la Quinnipiac University School of Law (Connecticut), el poder de estas grandes estrellas podría ser crucial en estas elecciones “aparentemente reñidas”, en las que, según la media de encuestas elaborada por páginas como 538, Trump aventaja a Biden por 1.1 puntos porcentuales.
“La relevancia de los artistas o famosos depende de los votos que puedan atraer a un candidato o a un partido. Los resultados electorales son una cuestión de votos y no importa si se consiguen con el apoyo de un famoso o haciendo campaña puerta a puerta”, dice Dunlap a EFE.
Trump también tiene aliados, como el actor Dennis Quaid, que ha elogiado en numerosas ocasiones al también empresario, y en el pasado ha contado con figuras como Chuck Norris, Kid Rock o Kelsey Grammer.
El apoyo de los artistas a ambos candidatos podría intensificarse durante los próximos meses y según Dunlap los demócratas tienen la delantera en su capacidad de reclutar talentos: “Los republicanos no parecen contar con una celebridad capaz de generar gran participación”.
En la historia de Estados Unidos quedó plasmados apoyos históricos de celebridades a los aspirantes, como la extensa movilización de la industria musical que impulsó Frank Sinatra en favor de la candidatura de John F. Kennedy en 1960.
No obstante, Grant Reeher, director del Instituto Campbell de Asuntos Públicos y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Siracusa, no cree que la adhesión de celebridades a sus campañas marque la diferencia en esta ocasión: “La evidencia ha demostrado que en realidad eso no importa demasiado”, cuenta a EFE.
Taylor Swift, la manzana de la discordia
El especialista llegó a esa conclusión por casos como el de las elecciones de 2016, en las que la entonces candidata demócrata Hillary Clinton perdió ante Trump pese haber obtenido el apoyo de decenas de famosos, entre los que destacaban De Niro, Viola Davis, Matt Damon, Clooney o Glenn Close.
Este año, la guinda del pastel para los candidatos sería conseguir el beneplácito de Taylor Swift, quien anteriormente ha respaldado al partido demócrata, pues podría atraer un gran número de votos de un sector decisivo en las elecciones: los jóvenes.
“Alguien como Swift, y hay muy pocos de esa naturaleza, puede ser importante, especialmente entre los votantes más jóvenes, claves para la coalición demócrata, pero el problema es que estos son muy poco fiables en términos de participación”, apunta Reeher.
También es posible que el apoyo hacia un candidato en estas elecciones tan polarizadas pudiera perjudicar su carrera.
Y aunque en 2018 el respaldo de Swift a dos candidatos demócratas que competían en los comicios de su estado natal, Tennessee, logró que se registraran 65 mil nuevos votantes demócratas en 24 horas, su apoyo no logró su triunfo, por lo que tener a la cantante en su alineación no asegura la victoria de Biden o Trump.
Fuente: Latinus