Ocho personas procedentes de Tayikistán con presuntos vínculos con el grupo Estado Islámico han sido arrestadas en Estados Unidos en los últimos días, según varias fuentes.
Las detenciones tuvieron lugar en Nueva York, Philadelphia y Los Ángeles, y las personas, que entraron en Estados Unidos por la frontera sur, están detenidas por infracciones migratorias, dijeron las fuentes que no estaban autorizadas a discutir la investigación y hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato.
La naturaleza de sus presuntas conexiones con el Estado Islámico no estaba clara por el momento, pero los individuos están siendo seguidos por la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI, o JTTF. Estaban bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, que realizó las detenciones en colaboración con la JTTF, a la espera de que se iniciaran los trámites para expulsarlos del país.
Los individuos procedentes de Tayikistán entraron en el país la primavera pasada y pasaron por el proceso de control del gobierno de Estados Unidos sin que apareciera información que los hubiera identificado como posibles terroristas, dijo una de las fuentes.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) emitieron un comunicado en el que confirmaban las detenciones relacionadas con la migración de “varios no ciudadanos”, pero no daban detalles concretos. Las agencias señalaron que Estados Unidos ha estado en un “entorno de amenaza elevada”.
El director del FBI, Christopher Wray, aseguró que Estados Unidos enfrenta amenazas cada vez mayores de extremistas violentos locales y de organizaciones terroristas extranjeras, especialmente tras el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre.
En una reciente comparecencia ante el Congreso, afirmó que los funcionarios estaban “preocupados por las implicaciones terroristas derivadas de la posible explotación de vulnerabilidades en la frontera”. El gobierno de Biden declaró en agosto que había detectado y detenido una red que intentaba introducir clandestinamente en Estados Unidos a personas procedentes de Uzbekistán, y que al menos un miembro de la red tenía vínculos con un grupo terrorista extranjero.
“El FBI y el DHS seguirán trabajando sin descanso con nuestros socios para identificar, investigar y desbaratar posibles amenazas a la seguridad nacional”, afirmaron las agencias.
Fuente: Latinus