Al menos 11 personas fueron hospitalizadas y siete sospechosos de tráfico de migrantes fueron detenidos el jueves después de que las autoridades encontraron a más de una veintena de migrantes que habían sido trasladados desde la frontera, hacinados dentro del compartimento secreto de un tráiler con poca agua y en un calor sofocante.
Tras recibir un aviso de una operación de contrabando, las autoridades siguieron al vehículo en su camino hacia una residencia rural a las afueras de San Antonio, dijo el jefe policial del condado de Bexar, Javier Salazar.
Un total de 26 migrantes fueron encontrados dentro de la residencia, a la que Salazar describió como una “choza” con agujeros en el suelo y sin agua, mientras que 11 fueron trasladados a un hospital por padecimientos relacionados con las altas temperaturas y lesiones menores.
Los migrantes estuvieron hacinados dentro del compartimento falso del vehículo durante tres horas, explicó Salazar.
Las temperaturas en San Antonio rondaban los 35 grados centígrados la tarde del jueves, y se tenía previsto que el termómetro rebasara los 37.7 grados, según el Servicio Meteorológico Nacional.
No se dieron a conocer detalles sobre el estado de salud de los migrantes que fueron hospitalizados, pero Salazar afirmó: “creemos que todos están fuera de peligro, en cuanto a perder la vida”.
El operativo se llevó a cabo dos días después de que el presidente Joe Biden dio a conocer planes para implementar restricciones significativas e inmediatas a los migrantes que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, mientras la Casa Blanca intenta neutralizar el tema de la migración como una desventaja política de cara a las elecciones del próximo noviembre.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha tenido enfrentamientos con el gobierno de Biden en torno a las políticas de migración durante varios años.
Abbott lanzó la Operación Lone Star, un esfuerzo estatal de seguridad fronteriza de varios millones de dólares que ha resultado en batallas judiciales con el gobierno federal en cuanto a la colocación de boyas en el río Bravo y alambre de púas en las cuencas para detener a los migrantes, así como otras medidas fronterizas.
Salazar afirmó que los cárteles mexicanos estaban detrás de la operación desmantelada el jueves, y señaló que dentro de la propiedad se encontraron chalecos antibalas y fusiles. Algunas de las personas que se encontraban en la residencia huyeron, pero las autoridades creían que habían atrapado a todos los involucrados.
“Claramente relacionado con un cártel (…) Esto es culpa de las organizaciones sedientas de sangre que los traen y los ponen en peligro”, dijo.
Fuente: Latinus