Carlos Poveda, el abogado ecuatoriano de Julian Assange, celebró este lunes la liberación pactada de su cliente, que se declarará culpable de uno de los 17 cargos que le acusa el gobierno de Estados Unidos para recuperar su libertad, aunque recordó que aún hay procesos pendientes sobre la serie de atropellos que ha sufrido el periodista australiano.
“Hay que valorar la libertad, es un gran mensaje”, aunque “agridulce”, porque, por una parte, podrá disfrutar de los suyos tras 12 años recluido (siete como asilado y cinco en prisión), pero también porque debe incriminarse para lograr su liberación, afirmó a EFE Poveda.
Y es que para el letrado, es un grave precedente lo que ha hecho Estados Unidos, que, al menos, debería estar atento a las decisiones de los organismos supranacionales de Justicia que estudian el caso y que, según Poveda, deberían anteponer el derecho a la libertad de expresión.
Assange quedó libre el lunes por la tarde y abordó un avión que tras una escala técnica en Bangkok seguirá viaje hasta las Islas Marianas, en el Pacífico, donde aproximadamente a las 11:30 de la noche del martes, hora local, comparecerá ante un juez para formalizar el acuerdo de culpabilidad al que llegó con el Departamento de Justicia estadounidense.
El fundador de WikiLeaks acordó declararse culpable de acceso a información reservada, por lo que sería condenado a 62 meses, que es el tiempo que lleva recluido en la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh, por lo que podrá viajar después a Australia.
Esa posibilidad ya se había barajado meses antes, contó el abogado, quien además opinó que en este caso Estados Unidos no había logrado persuadir a la Justicia británica sobre las garantías de la extradición solicitada por Washington.
Asimismo, sostuvo que este caso también está atravesado por el factor de la coyuntura política en Estados Unidos, con elecciones generales a la vista y en las cuales el presidente demócrata Joe Biden quiere posiblemente el apoyo del conglomerado de votantes progresista y el que defiende las libertades.
Para la liberación de Assange también ha sido importante la presión que ha ejercido el Parlamento australiano, así como la posición firme expresada por políticos y juristas europeos y la movilización internacional en favor de Assange, comentó Poveda.
El caso, entonces, ya se había convertido en una carga muy pesada y en un largo proceso cuya falta de resultados había supuesto un desgaste demasiado innecesario, añadió.
Además, Poveda dijo que los siete años de asilo y cinco de prisión ya estaban pasando factura a la integridad física, intelectual y psicológica de Assange, una persona luchadora y perseverante que necesita vivir tranquilamente.
Si bien para Julian termina este calvario judicial, todavía hay temas pendientes contra Estados y personas que sigue la defensa de Assange, como la demanda contra Ecuador por el incumplimiento de compromisos internacionales por derechos de asilo, ya que fue el expresidente Lenín Moreno (2017-2019) quien, a juicio de Poveda, abrió la puerta para la detención violenta de Assange en el interior de la sede de la embajada de Ecuador en Londres en 2019.
“Eso no puede quedar en la impunidad”, así como el caso del espionaje de una empresa española de seguridad a Assange cuando aún estaba en la embajada de Ecuador en Londres, un caso pendiente en tribunales de España.
También recordó que aún está en trámite un recurso para evitar que se anule la concesión de la nacionalidad ecuatoriana otorgada a Assange. “Él sigue siendo ecuatoriano” mientras no haya un fallo definitivo del supremo tribunal de justicia de Ecuador, añadió Poveda.
Fuente: Latinus