Al menos son 116 las personas muertas este martes por la estampida que se desató al término de un acto religioso en el norte de la India, tras la que las autoridades abrieron una investigación para esclarecer sus causas y anunciaron que presentarán cargos contra los organizadores.
“Se ha confirmado la muerte de 116 personas. Los que resultaron heridos están recibiendo tratamiento médico y los cuerpos han sido enviados a diferentes lugares para su autopsia“, dijo a los medios el inspector general de Policía Shalabh Mathur, del distrito de Aligarh, contiguo al de Hathras, en el estado de Uttar Pradesh donde sucedió el incidente.
“Se presentarán cargos contra los organizadores que obtuvieron el permiso para el evento”, agregó el oficial de Aligarh, donde fueron trasladados varios cadáveres y heridos.
La estampida tuvo lugar esta tarde a la conclusión de una ceremonia religiosa conocida como “satsang“, un evento organizado por lo general por un gurú para la oración colectiva, cuando miles de devotos que asistieron empezaron a marcharse.
Según testigos citados por medios indios, varias personas cayeron a una zanja que había a las afueras del recinto, antes de llegar a la carretera, lo que provocó una caída en cadena y que muchos de ellos murieran asfixiados.
El magistrado del distrito de Hathras, Ashish Kumar, dijo a los medios que el incidente se produjo por la gran cantidad de gente que trató de abandonar el lugar al mismo tiempo.
Además, el funcionario indicó que la ceremonia contaba con permiso de las autoridades y que incluso varios policías fueron desplegados en sus inmediaciones. Sin embargo, aseguró que el resto de preparativos no dependía de ellos por lo que iniciarían una investigación.
El jefe de gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, afirmó por su parte que presentaría cargos contra los organizadores, al tiempo que anunció una compensación económica de unos 2 mil 400 dólares para las familias de los fallecidos, y de casi 600 dólares para los heridos.
La estampida se produjo al mismo tiempo que se celebraba una sesión en el Parlamento de la India, ante lo que decenas de parlamentarios tardaron pocos minutos en compartir su pésame con las familias de los fallecidos.
“Expreso mi más sentido pésame a quienes perdieron la vida en este accidente. Deseo la pronta recuperación de todos los heridos. La administración está comprometida en trabajos de socorro y rescate bajo la supervisión del gobierno estatal”, dijo el primer ministro indio, Narendra Modi, a quien le transmitieron la noticia mientras intervenía en la Cámara.
Las avalanchas y estampidas son un fenómeno frecuente en las celebraciones religiosas indias y se deben en gran parte a las deficiencias en la gestión de las concentraciones multitudinarias o a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto.
Sin embargo, para encontrar una estampida más mortífera que la de este martes hay que remontarse a septiembre de 2008, cuando al menos 150 personas murieron y otro centenar y medio resultaron heridas en una avalancha humana en los accesos a un templo de la ciudad de Jodhpur, en el estado occidental indio de Rajastán.
Fuente: Latinus