La presidenta de Perú, Dina Boluarte, afronta quejas de los gremios de prensa de su país por no ofrecer declaraciones a los medios de comunicación desde hace más de 50 días, a pesar de lo cual aseguró este viernes que su gobierno “respeta la libertad de expresión”.
La Asociación de Periodistas del Perú (APP) y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) recordaron que la última vez que Boluarte se presentó ante la prensa fue el pasado 5 de abril, en una conferencia que ofreció por el “Rolexgate”, el caso por el que ha sido denunciada por la fiscalía ante el Congreso.
La gobernante participa, desde entonces, en actividades que son transmitidas por medios oficiales y designó a un funcionario para que ofrezca ruedas de prensa en las que este se limita a reseñar la agenda que ha cumplido en los días anteriores.
Tanto la ANP como el IPYS denunciaron este viernes que reporteros de distintos medios fueron encerrados por las autoridades cuando intentaron cubrir la participación de Boluarte en un simulacro de emergencias realizado en Lima.
La ANP señaló que los reporteros fueron llevados a un salón del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y que más de 50 policías, incluidos agentes de las fuerzas especiales, fueron desplegados para dar seguridad a la mandataria y evitar que se acerquen a Boluarte.
Por ese motivo, la asociación señaló que “condena este acto, que constituye una traba a la cobertura, maltrato a periodistas y afecta derecho a la información de la ciudadanía”.
Por su parte, el IPYS lanzó una alerta por redes sociales y protestó en un comunicado “contra estas medidas adoptadas por personal de Presidencia que restringen el acceso a la información e impiden el completo trabajo de la prensa“.
Tras esta queja de los medios de prensa, Boluarte sorprendió a un pequeño grupo de reporteros que se encontraba a las afueras del Palacio de Gobierno de Lima al acercarse a “saludarlos“, según dijo.
La gobernante aseguró que su gobierno “respeta la libertad de expresión” y se dirigió a los reporteros para asegurarles que el Palacio de Gobierno “es su casa“.
Antes de retirarse sin aceptar preguntas, añadió que se acababa de enterar del incidente con los periodistas y remarcó que el ministro de Defensa ya estaba “tomando las acciones pertinentes“.
El Ministerio de Defensa sostuvo, en ese sentido, que los reporteros fueron colocados en un salón del COEN para evitar “mantenerlos a la intemperie“, aunque añadió que, ante el malestar que generó esa decisión, aplicará las “medidas correctivas correspondientes”, sin precisar en qué consistirán.
Fuente: Latinus