Los anuncios de apoyo militar y de aumentos de inversiones en defensa se concentraron en la cumbre de la OTAN en la capital de Estados Unidos, marcada por episodios bélicos como la guerra de Rusia en Ucrania, por lo que el encuentro ha supuesto una oportunidad para la industria militar, que ha mantenido varias reuniones empresariales.
La cumbre, que en esta ocasión celebró sus 75 años, fue un momento oportuno para que empresas mantuvieran reuniones y eventos programados también fuera del Centro de Convenciones de Washington, y así impulsar la colaboración público-privada en la industria de defensa que, según la OTAN, debe ponerse a la altura de la “postura de guerra” de Rusia.
La invasión rusa de Ucrania fue central en esta cumbre, que volvió a anunciar acuerdos multimillonarios en material militar para que Kyiv pueda defenderse de los ataques de Moscú.
Desde el ataque ruso contra Ucrania de febrero de 2022, indica Spade Defense Index, que agrupa los principales valores de la industria militar, ha aumentado su capitalización más de un 40%.
Productores insisten en contratos a largo plazo
El primer foro de la Industria de Defensa de la Cumbre de la OTAN, que organizó la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCC, por sus siglas en inglés), fue de este florecimiento de la industria militar.
Coincidiendo con las reuniones de la Alianza Atlántica, la USCC impulsó un coloquio en el que representantes de los países aliados y empresas armamentísticas debatieron sobre varios aspectos relacionados con la defensa y la seguridad.
Los productores aseguraron que los contratos a largo plazo son necesarios para poder producir munición si la intención es librar una guerra de años.
Entre la lista de asistentes y panelistas, se distinguían importantes nombres de la industria militar europea y norteamericana, como el director general del segundo mayor contratista militar del mundo, BAE Systems, o el presidente y director de RTX Corporation, uno de los fabricantes aeroespaciales y militares más grandes a nivel mundial.
Otros nombres relevantes en el sector que no se perdieron el evento fueron altos cargos de la corporación de defensa turca Aselsan o de la multinacional tecnológica Oracle Corporation.
En este encuentro, el mismo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, prometió a la industria militar que los aliados le harán más encargos a largo plazo para hacer frente a retos de seguridad y el comunicado conjunto final reflejó un compromiso de impulso a la industria de Defensa, que tiene en firmas estadounidenses, como Lockheed Martin, Raytheon o General Dynamics, los mayores exponentes.
De hecho, esta fue una de las demandas en las que coincidieron los representantes de las compañías armamentísticas, que pudieron participar en distintas mesas redondas para dar a conocer su punto de vista.
Defensa fuerte sólo con industria fuerte
“No hay forma de proporcionar una defensa fuerte sin una industria de defensa fuerte”, recalcó Stoltenberg desde el escenario.
Por otro lado, los altos cargos de estas empresas insistieron en prestar atención más allá de la producción y la capacidad, ya que consideran importante disponer de fondos suficientes para invertir en investigación y desarrollo.
En el foro de la USCC, también intervino el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y con sus palabras dejo clara la voluntad de los aliados de invertir “más y mejor” en defensa.
“Sólo este año, nuestros aliados de la OTAN invertirán más de 500 mil millones de dólares en defensa. En 2020, invirtieron algo más de 325 mil millones, lo que supone un aumento de 175 mil millones y un incremento porcentual sustancial en el transcurso de los últimos tres años y medio”, apuntó.
La Alianza Atlántica se comprometió en esta cumbre a destinar al menos unos 43 mil millones de dólares de apoyo militar para Kiyv el año próximo.
Fuente: Latinus