La izquierda ha obtenido la mayoría relativa en Francia con 574 de los 577 escaños ya asignados, con casi una treintena de diputados más que el macronismo y medio centenar más que la ultraderecha de Marine Le Pen.
Ante estos resultados, la líder ultraderechista francesa Marine Le Pen lamentó la derrota de su partido en las legislativas de este domingo, pero recordó que han duplicado sus apoyos, por lo que consideró que “pone los cimientos de la victoria futura”.
“Esto es una victoria en diferido”, aseguró Le Pen, que no pidió la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, pese a lo que consideró un “fracaso” del jefe del Estado.
La líder de la extrema derecha destacó la progresión de su partido “pese a tener a todos en contra, incluida a la prensa, que ha tomado partido en esta campaña”.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, va a tomarse tiempo para examinar los resultados de las elecciones legislativas de este domingo y la estructuración de la nueva Asamblea Nacional para decidir sobre el gobierno que se pueda constituir.
Fuentes del Elíseo indicaron que Macron “esperará a la estructuración de la Nueva Asamblea Nacional para tomar las decisiones necesarias” y que “en su papel de garante de las instituciones, velará para que se respete la decisión soberana de los franceses”.
Y el Partido Socialista (PS) francés, que en estas elecciones legislativas acudió a las urnas en la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), advirtió este domingo que la izquierda no aceptará ninguna “coalición de contrarios que vaya a traicionar el voto de los franceses y prolongar las políticas macronistas”.
Francia merecía más que la alternativa entre neoliberalismo y fascismo”, celebró el primer secretario del PS, Olivier Faure.
La votación de hoy, que ha “evitado lo peor”, dijo, debe servir para abrir una auténtica “refundación” que repare las grietas de un país muy dividido.
Fuente: Latinus