En medio de las críticas por su mediocre actuación en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden viajará durante los próximos días a los estados Wisconsin y Pennsylvania, claves para garantizar su victoria frente a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Mientras, su equipo de campaña anunció este viernes a través de un comunicado el lanzamiento de una campaña “agresiva y específica” para llegar a los votantes de “estados en disputa que decidirán esta elección”.
Este fin de semana, Biden viajará a Wisconsin y Pennsylvania, que forman parte del llamado “muro azul” de Estados Unidos —que incluye también Michigan—, estados que desde 1992, salvo la excepción de 2016, han votado demócrata.
Según la campaña, el Partido Demócrata ha batido un récord de recaudación de 127 millones de dólares en junio, una ventaja que aprovecharán para “nuevos esfuerzos en el terreno de organización y movilización de los críticos, nuevos esfuerzos estratégicos en los medios pagados y un calendario de viajes agresivo liderado por el presidente Biden“.
Entre otras cosas, se realizará una campaña en medios pagados por valor de 50 millones de dólares dirigida a “momentos clave y de alto impacto que atraerán a una audiencia amplia y diversa”, como los Juegos Olímpicos.
Además, en la Convención Nacional Republicana, donde está previsto que Trump acepte la nominación y que se celebrará en dos semanas en Milwaukee (Wisconsin), los demócratas también acudirán a la ciudad para hacer frente “al odio y al extremismo de MAGA“.
Biden seguirá además haciendo entrevistas, afirmó la campaña, entre ellas una que se emitirá esta noche con el periodista George Stephanopoulos y que emitirá el canal ABC.
Tras el viaje a Wisconsin y Pennsylvania de este fin de semana, el presidente Biden regresará a Washington para la cumbre de la OTAN que se celebrará la próxima semana.
Está previsto que pronuncie un discurso de apertura y participará en una conferencia de prensa. Tan pronto como concluya la cumbre, volverá a la campaña electoral con una gira por el suroeste centrada en involucrar a los votantes negros y latinos.
Durante las celebraciones del Día de la Independencia del 4 de julio que tuvieron lugar ayer, Biden respondió a los que le piden que sigan en la contienda electoral con un rotundo “no voy a ninguna parte”.
El mandatario realizó una barbacoa en los jardines de la Casa Blanca para celebrar el Día de la Independencia y fue animado por simpatizantes con un “sigue en la lucha, te necesitamos” contestó: “Confía en mí. No voy a ninguna parte“.
El presidente lleva varios días respondiendo a preguntas en privado y en público sobre si será capaz de afrontar un segundo mandato a sus 81 años y si está en condiciones de vencer a Trump.
Su mala actuación en el debate de la semana pasada frente a Trump disparó las especulaciones sobre si debería ser reemplazado antes de la convención demócrata de agosto.
Biden confesó en una reunión este miércoles con gobernadores demócratas en la Casa Blanca que tiene que dormir más y evitará organizar eventos después de las 20:00 horas, según revelaron varios medios de Estados Unidos.
Fuente: Latinus