La mayor urbe en la frontera de México con Estados Unidos, Tijuana, ha dejado de ser sólo un paso de migrantes, para convertirse también en un destino, afirmó Dagmara Mejía, jefa en el estado de Baja California de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para los Refugiados (ACNUR).
En el marco del Día Mundial del Refugiado, Mejía expuso a los medios que, hasta abril de 2024, el registro señala que a nivel global hay más de 120 millones de personas desplazadas, una cifra récord que se elevaría a 130.8 millones al final de año y que tiene impacto directo en México y en Baja California.
“Esto, sin duda genera, un impacto en la región, en donde hemos visto grandes flujos de personas provenientes de diferentes países, principalmente de Haití, un país que expulsó a muchas personas que llegaron a México y a Baja California”, manifestó.
En ese sentido, resaltó que en este estado, fronterizo con California, tan sólo en 2023 hubo 4 mil 155 solicitudes de asilo de personas de 41 países distintos, de las que el 49% fueron de Haití; seguido por hondureños, con el 9%; guatemaltecos y colombianos, con el 7%, y salvadoreños y chilenos, con el 6%.
“A nivel nacional el mayor número de solicitudes fueron de personas hondureñas, pero en Baja California hay otra dinámica y mucho tiene que ver por las redes familiares y sociales, ya que las personas haitianas que han radicado aquí después atraen e invitan a sus familiares o conocidos a llegar”, destacó.
Agregó que “es importante reflexionar los cambios que se han dado en los últimos años, porque esta dinámica en realidad se ha incrementado en los últimos 10 años”.
“Vemos que en Baja California en 2019 se documentaron 40 solicitudes de asilo y ahora tenemos más de 4 mil, sobre todo a partir de hace cinco años que tenemos oficina en la localidad”, resaltó.
Mejía refirió que esto les da una perspectiva sobre la cantidad de gente que solicita asilo y la cantidad de personas que se quieren quedar en la ciudad porque también “el discurso de que las personas sólo están de paso ya no aplica hoy en día, pues muchas de las personas ven a Tijuana como un lugar para quedarse”.
“Tijuana es un lugar muy abierto en donde las personas sí encuentran un lugar donde reconstruir sus vidas, tanto personas mexicanas históricamente, como para las extranjeras, y en los últimos años ha sido espacio idóneo para personas refugiadas y las desplazadas internas”, agregó.
En ese sentido, mediante un muestreo realizado por la propia ACNUR a través de los solicitantes de asilo, el 85% de esta población expresó su intención de permanecer en Baja California y, el 93% prefirió a Tijuana por las opciones de empleo que brinda la ciudad.
Fuente: Latinus