En febrero de este año, Veytia fue liberado de una prisión estadounidense, luego de que en 2019 lo sentenciaran a 20 años de cárcel por narcotráfico y en 2024, redujeran su sentencia a la mitad
Cinco familias nayaritas presentaron una demanda civil en Estados Unidos contra Édgar Veytia, exfiscal de Nayarit, por actos de tortura cometidos por él y por agentes estatales, quien en 2019 se declaró culpable de un cargo de narcotráfico ante una Corte estadounidense y fue testigo en el caso contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México.
De acuerdo con un comunicado publicado por la organización G37 Centre, las víctimas “sufrieron tortura mientras se encontraban bajo custodia de diferentes cuerpos policías y de seguridad que seguían órdenes directas de Veytia. En algunos casos, Veytia participó directamente en la tortura”.
Las familias afectadas aseguraron que llevan casi una década buscando justicia y con este recurso legal quieren que se establezcan las responsabilidades correspondientes y que queden expuestos “las terribles violaciones cometidas bajo el amparo de las autoridades nayaritas”.
Édgar Veytia, también conocido como “El Diablo”, fue detenido en 2017 en Estados Unidos cuando aún ostentaba el cargo de fiscal de Nayarit.
Dos años después, tras investigaciones de las autoridades estadounidenses que lo señalaron de estar vinculado con el crimen organizado en su entidad y coadyuvar en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, Veytia fue sentenciado a 20 años de prisión por un cargo de narcotráfico, sin embargo, en 2024 su sentencia fue reducida a la mitad por colaborar en el juicio contra García Luna, quien fue declarado culpable por narcotráfico.
“El Diablo” estaba recluido en la prisión de Ashland, en Kentucky, y dejó de estar bajo custodia federal el pasado 10 de febrero.
“Veytia fue liberado de prisión en febrero de 2025”, afirmó la organización G37, además, precisó que la demanda civil por tortura interpuesta contra el exfuncionario, que tiene doble nacionalidad, “denota abuso de autoridad extremo y peligrosas alianzas que se tejieron entre actores públicos y privados en Nayarit”.
Fuente: Latinus