Liliana Altamirano obtuvo un recurso legal para poder pernoctar frente a las puertas del recinto capitalino a fin de ser vista por la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de más de 200 días de plantón por un caso de acoso tras denunciar actos de sustracción de una joyería
Después de 205 días de estar en las inmediaciones de Palacio Nacional, Liliana Altamirano logró un amparo para llevar su demanda de justicia literalmente hasta las puertas del recinto.
Acusa ser víctima de violencia de género, así como de acoso sexual y laboral tras denunciar actos de sustracción de una joyería de una sucursal del Monte de Piedad de Oaxaca, en la que era gerente.
Asegura tener pruebas de la presunta complicidad de los directivos y que por eso tuvo que huir de la entidad.
“Estoy acá, afuera de Palacio, mendigando, ¿por qué digo mendigando? Porque Palacio Nacional, debe ser una casa segura para todos y más ahorita que es un caso histórico para las mujeres. Debe ser una casa segura para las mujeres”, demandó.
El amparo le permitió colocar su casa de campaña en la calle de Corregidora, frente a la puerta ocho, acceso y espacio envallado para el acceso de los funcionarios del gobierno federal y la circulación de sus vehículos.
“Ahorita los de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pese a que ya tienen conocimiento de que un juez federal me otorgó ese amparo, donde no me pueden lastimar, no pueden torturar, no me pueden intimidar, me intimidaron porque no me dejaban pasar”, señaló.
El caso de Liliana Altamirano ya llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instancia que ya requirió información al Estado Mexicano. No obstante, ella exige ser escuchada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Que ponga a trabajar a sus funcionarios y que vea la realidad y que no les crea que hay un mundo mágico. No hay un mundo mágico, hay un país, México, lleno de violencia contra la mujer que si denuncia, te pasa lo que a mi. Van 205 días fuera de mi estado pidiendo auxilio y sin ser escuchada”, reprochó.
Unas horas antes, la mandataria firmó tres decretos que modifican siete leyes secundarias que tienen el propósito de erradicar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
“Son cuatro ejes muy importantes de estas leyes secundarias que protegen y fortalecen a las niñas y los niños y a las mujeres en nuestro país, fortalecen sus derechos hoy las mujeres en México tienen un marco jurídico que la respalda y ahora, pues, nos toca que todo esto sea una realidad en México y que en los estados se adhieran a estas grandes reformas de protección a las mujeres”, dijo la presidenta Sheinbaum en su conferencia de prensa.
En los momentos en que Liliana montaba su campamento, Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, salió de Palacio Nacional y aprovechó para acercarse a ella y reiterarle su exigencia de justicia.
“Esta es la segunda vez que la veo, no conozco a profundidad su caso. Le hemos preguntado varias veces exactamente qué exige. Ella me dice que ya inició un proceso en la Corte Interamericana, que lo han aceptado y hemos quedado con ella para ponernos de acuerdo para conocer su caso”, dijo a Latinus la secretaria Hernández después de conversar con la manifestante.
Liliana Altamirano resaltó que si ha logrado llegar con su caso hasta las puertas de Palacio Nacional y a la CIDH es gracias a que es abogada. Se cuestiona cuál es la suerte de mujeres en situaciones similares a ella, pero que no cuentan con los conocimientos ni los recursos para defenderse de abusos.
Fuente: Latinus
