En 2020, Trump se declaró ganador prematuramente desde la Casa Blanca. Puso en marcha un esfuerzo legal y político para revertir su derrota ante el demócrata Joe Biden, que culminó con el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores el 6 de enero de 2021
Donald Trump ha dedicado meses a sentar las bases para impugnar los resultados de las elecciones de 2024 si pierde, tal como lo hizo hace cuatro años.
En un mitin tras otro, insta a sus seguidores a lograr una victoria “demasiado grande para ser manipulada”, diciéndoles que la única manera en que puede perder es si los demócratas hacen trampa. Se ha negado repetidamente a decir si aceptará los resultados independientemente de si gana o pierde. Y ha afirmado que el fraude ya está en marcha, citando reclamaciones desacreditadas o teorías descabelladas sin ninguna base en la realidad.
“Lo único que puede detenernos es el fraude. Es lo único que puede detenernos”, dijo la noche del jueves en un evento en Arizona.
En 2020, Trump se declaró ganador prematuramente desde la Casa Blanca. Puso en marcha un esfuerzo legal y político para revertir su derrota ante el demócrata Joe Biden, que culminó con el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores el 6 de enero de 2021.
Los demócratas temen que pueda hacer lo mismo este año antes de que se anuncien los resultados. El viernes en Dearborn, Michigan, no respondió a una pregunta sobre esas preocupaciones de los demócratas, dedicándose, en cambio, a atacar a la vicepresidenta Kamala Harris.
Trump ha hecho de las mentiras electorales un punto central de su campaña de 2024, emitiendo advertencias febriles sobre el fraude mientras promete tomar represalias contra las personas a las que considera obstáculos en su camino.
Este año, cuenta con una sofisticada operación de “integridad electoral”, construida por su equipo de campaña y el Comité Nacional Republicano, que ya ha presentado más de 130 demandas y ha inscrito a más de 230 mil voluntarios entrenados para desplegarse como observadores y trabajadores electorales en todo el país el día de las elecciones.
Este es un vistazo a la estrategia de Trump para sembrar dudas en las elecciones de este año y los hechos detrás de cada afirmación.
Votación de no ciudadanos
LA AFIRMACIÓN: Trump ha afirmado, sin pruebas, que los demócratas han permitido que millones de migrantes ingresen ilegalmente al país para que puedan inscribirse en el registro de votantes. En una entrevista con Newsmax en septiembre, Trump dijo que tales esfuerzos ya estaban en marcha.
“Trabajan horas extras tratando de inscribir a personas, ilegalmente, para votar en la elección”, afirmó. “Trabajan horas extras para inscribir y registrar a personas, muchas de las mismas personas que ves cruzar la frontera. Lo cual es probablemente su idea original, pues, ¿por qué más querrían destruir nuestro país?”.
LOS HECHOS: El proceso para que los recién llegados se conviertan en ciudadanos toma varios años, y solo los ciudadanos pueden votar legalmente en las elecciones federales. Los casos aislados de no ciudadanos que son sorprendidos intentando votar, como un estudiante chino de la Universidad de Michigan, arrestado presuntamente por emitir un voto ilegal, no reflejan una conspiración mayor.
Las investigaciones han demostrado que es extremadamente infrecuente que los no ciudadanos se registren y voten ilegalmente, y generalmente ocurre por error.
Boletas del extranjero
LA AFIRMACIÓN: Trump ha señalado los esfuerzos demócratas para asegurar los votos de los estadounidenses que viven en el extranjero como otra oportunidad para el fraude. Ha dicho que están “preparándose para HACER TRAMPA” y quieren “diluir el VERDADERO voto de nuestro hermoso ejército y sus familias”.
LOS HECHOS: El expresidente mismo ha hecho campaña para instar a los estadounidenses en el extranjero a que voten, prometiendo poner fin a la llamada “doble tributación” para las personas que a menudo pagan impuestos tanto en el país donde residen como al gobierno de Estados Unidos.
Advertencias ominosas
LA AFIRMACIÓN: Trump ha comenzado a insinuar que Harris podría tener acceso a algún tipo de información secreta sobre el resultado de una contienda que aún no se ha decidido.
Desde que la vicepresidenta se tomó un día libre de la campaña para sostener entrevistas con Telemundo y NBC, él ha sugerido repetidamente, “Quizás ella sabe algo que nosotros no sabemos”.
En Michigan, el fin de semana pasado, insinuó que no hay manera de que Harris estuviera haciendo campaña con Beyoncé, una de las mayores estrellas del mundo, si la contienda fuera realmente tan cerrada como sugieren las encuestas.
“Número uno, hacen trampa como el diablo. Así que quizás saben algo que nosotros no sabemos, ¿verdad?”, dijo. “Podrían saber algo que nosotros no sabemos, no lo sé. ¿Por qué demonios estaría ella celebrando cuando está abajo? Quizás, nunca lo había pensado, quizás ella sabe algo que nosotros no. Pero no vamos a permitir que suceda”.
LOS HECHOS: No hay pruebas que demuestren una conspiración demócrata. De hecho, Trump avivó los temores sobre su propia planificación interna en un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, cuando miró al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y habló de un “secretito” que había entre ellos.
Johnson, antes de convertirse en presidente de la Cámara, encabezó la redacción de un informe ampliamente criticado que buscaba anular la derrota de Trump en 2020 e hizo eco de algunas de las teorías de conspiración más descabelladas para explicar su derrota.
Cuando se le preguntó sobre la referencia de Trump a un “secretito”, Johnson emitió una declaración que incluía lo siguiente: “Por definición, un secreto no debe ser compartido, y no tengo la intención de compartir este”. (Más tarde, dijo ante una audiencia que el secreto tenía que ver con “una de nuestras tácticas para hacer que la gente salga a votar”, según The Hill. El equipo de campaña de Trump emitió una declaración señalando que había “hecho innumerables telemítines” para apoyar a los candidatos republicanos al Congreso).
Fraude en Pennsylvania
LA AFIRMACIÓN: En los últimos días, Trump ha dirigido su ira hacia Pennsylvania, un estado que ambas campañas consideran fundamental, y donde ha afirmado que el fraude ya está en marcha.
A principios de esta semana, afirmó que el condado de York, Pensilvania, había “recibido MILES de Formularios de Registro de Votantes y Solicitudes de Boletas por Correo POTENCIALMENTE FRAUDULENTOS de un grupo de terceros”. También señaló al condado de Lancaster, que según él había sido “sorprendido con 2 mil 600 Boletas y Formularios Falsos, todos escritos por la misma persona. ‘Cosas’ realmente malas”.
El martes, en un evento de campaña en Allentown, el expresidente dijo: “Ya han comenzado a hacer trampa en Lancaster. Han hecho trampa. Los atrapamos con 2 mil 600 votos. No, los sorprendimos. 2 mil 600 votos. Piensen en esto, piensen en esto. Y cada voto fue escrito por la misma persona”.
LOS HECHOS: En Lancaster, la fiscal de distrito del condado, Heather Adams, republicana electa, ha dicho que los trabajadores electorales expresaron preocupaciones sobre dos conjuntos de solicitudes de registro de votantes debido a lo que describió como numerosas similitudes. Actualmente, las autoridades examinan un total de aproximadamente 2 mil 500 formularios.
Para ser claros, Lancaster investiga solicitudes de registro de votantes, no “votos”. Los funcionarios de Lancaster dijeron que algunos formularios contenían nombres falsos, escritura sospechosa, firmas cuestionables, direcciones incorrectas u otros detalles problemáticos, pero no dijeron que todos fueron escritos por la misma persona.
Greg Monskie, administrador general del condado de York, confirmó esta semana que su condado revisa formularios sospechosos. La comisionada del condado, Julie Wheeler, emitió una declaración donde afirma que los formularios de registro de votantes y las solicitudes de boletas por correo formaban parte de una “gran entrega que contenía miles de materiales relacionados con las elecciones” que la oficina de elecciones del condado recibió de una organización de terceros.
Los funcionarios del estado dicen que el descubrimiento y la investigación de las solicitudes, no de los votos, es una prueba de que el sistema funciona según lo esperado.
Amenazas de juicio
LA AFIRMACIÓN: Trump ha amenazado con graves consecuencias para aquellos que participen en lo que él considera “comportamiento inescrupuloso”.
En una publicación en redes sociales donde menciona falsamente “el rampante Engaño y la Trampa que tuvieron lugar por parte de los Demócratas en la Elección Presidencial de 2020”, advirtió que, “CUANDO GANE, esas personas que HICIERON TRAMPA serán procesadas hasta el máximo permitido por la Ley, lo que incluirá largas condenas de prisión”.
Las publicaciones siguen, amenazando a “Aquellos involucrados en comportamiento inescrupuloso”, incluidos funcionarios electorales, abogados y donantes, a quienes, dice, “se buscará, se atrapará y se procesará en niveles, lamentablemente, nunca antes vistos en nuestro país”.
LOS HECHOS: Jueces, funcionarios electorales e incluso el propio fiscal general de Trump, William Barr, han afirmado que no hubo un fraude generalizado en las elecciones de 2020.
Si es elegido nuevamente, Trump ha prometido ir tras los rivales a quienes ha considerado “enemigos internos”, e incluso ha dicho que nombraría a un fiscal especial para enjuiciar a Biden. Eso es más que una amenaza teórica, dado que, cuando fue presidente, el magnate presionó repetidamente para que se investigara a quienes percibía como sus adversarios políticos.
Si bien el Departamento de Justicia tiene controles para evitar la influencia política, Trump podría nombrar líderes que facilitarían la apertura de casos si él lo solicita.
Fuente: Latinus