México se apresura a ampliar la zona de espera de carga de un aeropuerto administrado por militares desde hace dos años, y menos de un año después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador obligó a los vuelos de carga a trasladarse al lugar, confirmó el miércoles un funcionario.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es uno de los proyectos emblemáticos del gobierno del presidente López Obrador, que lo califica como parte de las medidas para diversificar el espacio aéreo alrededor de la capital, en lo que era una base militar al norte de la capital.
Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte, dijo a Reuters que estaba impresionado por la forma en la que se han iniciado los trabajos “de inmediato”.
El gobierno está buscando concluir también otros proyectos de infraestructura antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador deje el cargo en octubre y asuma la exjefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pero Jiménez Pons dijo que no estaba seguro de si la ampliación del aeropuerto se terminaría a tiempo.
La Secretaría de Defensa señaló en un documento presentado a la Secretaría de Hacienda este año que gastaría unos 2 mil 860 millones de pesos para construir siete edificios de almacenamiento de carga “tipo dúplex”, dos plataformas y una nueva pista de rodaje.
El año pasado, López Obrador ordenó a los transportistas de carga que trasladaran sus operaciones al AIFA, en las afueras de la ciudad, para impulsar el tráfico en el nuevo aeropuerto, el negocio estaba siendo lento.
El lugar de almacenamiento “se quedó chico (para los transportistas)”, dijo Jiménez Pons.
El aeropuerto se ha convertido rápidamente en el primer lugar del país para vuelos de carga, según datos de aviación civil.
El funcionario señaló también que la industria había empezado a surgir en torno a la AIFA, y que el movimiento de mercancías se estaba volviendo “mucho más eficiente”, apuntando a que el aeropuerto está llegando a “tener ingresos suficientes para ser autosuficientes“.
Fuente: Latinus