En varias ocasiones, el antichavismo ha pedido que “cese la persecución” contra los opositores que se encuentran en la sede diplomática argentina, sin embargo, el gobierno ha ignorado la petición
Los seis opositores venezolanos que en marzo se refugiaron en la residencia de la embajada argentina, luego de que la Fiscalía los acusase de conspiración y otros delitos, cumplen este domingo siete meses encerrados, sin señales que apunten a un cambio en su situación, al menos en el corto plazo.
Los asilados son Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Claudia Macero y Humberto Villalobos, todos ellos miembros del partido Vente Venezuela (VV), liderado por María Corina Machado, así como el exdiputado Omar González y Fernando Martínez Mottola, asesor de la principal coalición opositora, Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Al respecto, VV reiteró que estas personas “son perseguidas por ejercer derechos políticos y trabajar por unas elecciones libres”, en alusión a las presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la controvertida victoria de Nicolás Maduro, no reconocida por numerosos países.
A través de X, el partido recordó que los seis venezolanos formaron parte del comando de campaña de Edmundo González Urrutia para las presidenciales, una carrera que terminó con el candidato exiliado en España tras denunciar fraude y cerca de 160 políticos presos, según los cálculos de la oposición.
En varias ocasiones, el antichavismo ha pedido que “cese la persecución” contra los opositores que se encuentran en la sede diplomática argentina, especialmente después de que Venezuela revocase en septiembre la autorización que había otorgado a Brasil para representar los intereses de Argentina en Caracas.
Como el Ejecutivo de Maduro expulsó a la misión diplomática argentina tras los cuestionamientos al resultado electoral, Brasil acordó custodiar los locales del país austral en territorio venezolano, un pacto que Caracas suspendió por la supuesta planificación de actos terroristas en el interior de dichos locales, por parte de los opositores asilados.
El gobierno argentino ha dicho que está “avanzando” para que los seis opositores “no tengan absolutamente ningún inconveniente”, pese a las circunstancias actuales.
Fuente: Latinus