La orden ejecutiva presentada este martes por el presidente Joe Biden, que busca restringir de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos, ha generado críticas de activistas, que comparan la medida con las acciones tomadas por el gobierno de Donald Trump.
La orden, que entrará en vigor hoy mismo, permitirá a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no cumplan con estrictos estándares para pedir protección cuando en siete días se supere la cifra de 2 mil 500 de detenciones.
Uno de los primeros en reaccionar fue la organización Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), que advirtió en un comunicado que la orden hace eco de las restricciones en la entrada de migrantes emitidas por Trump en 2018.
Deirdre Schifeling, directora política y defensa de la ACLU, advirtió que la iniciativa presentada hoy no cubre las necesidades en la frontera ni arregla el fallido sistema de migración.
El rechazo hacia la medida también llegó de aliados de la administración Biden, como el senador por California, Alex Padilla.
“Al revivir la prohibición de asilo de Trump, el presidente Biden ha socavado los valores estadounidenses y abandonado las obligaciones de nuestra nación de brindar a las personas que huyen de la persecución, la violencia y el autoritarismo la oportunidad de buscar refugio en Estados Unidos”, dijo el legislador en un comunicado.
El senador se unió a las voces que advierten de que la medida no aborda los desafíos de la frontera. El demócrata abogó por “inversiones inteligentes y estratégicas” para reducir los retrasos y los tiempos de espera y abrir vías legales para la migración, entre otras medidas.
Para Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla) esta iniciativa es sumamente inaceptable porque representa un daño irreversible para los solicitantes de asilo a quienes les niegue la entrada.
La activista dijo a EFE que con la orden ejecutiva, el gobierno Biden está cediendo espacio a los antimigrantes. “Es una acción política y punitiva hacia los migrantes y pelearemos en contra de ellas en las cortes”, agregó.
ACLU anunció este martes que impugnará la orden ejecutiva en la corte, así como lo hizo en 2018 cuando logró detener una medida similar emitida por Trump.
Por su parte, Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), organización con presencia en la frontera sur de Estados Unidos con México, indicó a EFE que la orden “empujará aún más a los migrantes a depender de métodos de transporte inseguros y rutas peligrosas”.
Al anunciar la orden ejecutiva, Biden intentó trazar un contraste con las duras políticas que su antecesor proclamó en materia de migración. “Yo nunca he demonizado a los migrantes”, dijo el mandatario en un discurso en la Casa Blanca.
Pero las palabras del mandatario no han podido detener la reacción en cadena de críticas sobre la medida. María Teresa Kumar, presidenta de Voto Latino, advirtió en un comunicado que “los votantes no olvidarán esto en noviembre”.
“De hecho, una gran mayoría de estadounidenses apoya un camino hacia la ciudadanía para los migrantes indocumentados”, recordó la activista.
Por su parte, Erika Pinheiro, de la organización Al Otro Lado, con sede en San Diego, California, considera que la medida emitida este martes “no logrará disuadir a los solicitantes de asilo”.
“Todo esto podría desbordar la frontera y la capacidad de la Patrulla Fronteriza y conducir a un mayor caos”, indicó.
Fuente: Latinus