Jorge Glas, quien fue uno de los vicepresidentes del gobierno de Rafael Correa, se encuentra recluido en La Roca, desde que fue detenido el pasado 5 de abril en el asalto policial a la embajada de México en Quito
La justicia ecuatoriana sentenció por prevaricato, es decir dictar una resolución injusta, arbitraria o contraria a la ley, al juez que dispuso la libertad, en 2022, del exvicepresidente Jorge Glas, quien actualmente se encuentra en La Roca, la prisión de máxima seguridad del país, informó este martes la Fiscalía General de Ecuador.
“Exjuez Emerson C. U. fue sentenciado (procedimiento abreviado) por el delito de prevaricato, cometido al haber admitido —de forma ilegítima— una acción constitucional de medida cautelar a favor de Jorge G. y dispuesto su libertad (2022)”, señaló la fiscalía en sus redes sociales.
Agregó que “además de haber aceptado su responsabilidad en esta causa, Emerson C. U. también se sometió al mismo procedimiento en el caso ‘Metástasis’, en el que fue sentenciado por el delito de delincuencia organizada”.
A finales del año pasado, el caso “Metástasis” reveló una supuesta trama de corrupción judicial, policial y carcelaria a favor de estructuras criminales.
De vicepresidente a preso
Jorge Glas, quien fue uno de los vicepresidentes del gobierno de Rafael Correa, se encuentra recluido en La Roca, desde que fue detenido el pasado 5 de abril, en el asalto policial a la embajada de México, en Quito, para cumplir con una orden de detención en su contra, el mismo día en que México le había concedido asilo diplomático.
Glas se había refugiado en la embajada mexicana desde el 17 de diciembre de 2023, antes de que la fiscalía lo incluyera como imputado por presunto peculado en el caso de obras de reconstrucción en la provincia costera de Manabí, tras el devastador terremoto de 2016.
Luego de ser detenido volvió a prisión al no haber terminado de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por corrupción, de asociación ilícita y cohecho, emitidas en 2017 y 2020, de la que ya cumplió alrededor de cinco años de privación de libertad entre 2017 y 2022, hasta que recuperó la libertad gracias a la discutida resolución judicial.
Pese a las condenas y las nuevas imputaciones, Glas se ha declarado inocente y víctima de persecución política y ‘lawfare’, es decir, el uso del aparato judicial contra adversarios políticos.
Fuente: Latinus