En España, la crisis con Venezuela elevó la tensión entre el gobierno socialista y la oposición conservadora, que intercambiaron acusaciones sobre el papel de Pedro Sánchez en la salida de González Urrutia de Caracas
El opositor venezolano Edmundo González aseguró este jueves que su salida de Venezuela es temporal y pidió una acción decidida a Bruselas para el reconocimiento de su victoria en el proceso electorales en su país, mientras la crisis con Caracas eleva el tono de la crispación política en España.
González, que llegó a Madrid el pasado día 8 de septiembre para pedir asilo político tras denunciar fraude electoral en su país, celebró la decisión del Parlamento Europeo de reconocerle como presidente legítimo y democráticamente elegido de Venezuela, en un texto no vinculante que también reconoce a María Corina Machado como líder de las fuerzas democráticas en Venezuela.
“Como presidente electo, agradezco al Parlamento Europeo por este reconocimiento que me trasciende; es el reconocimiento a la voluntad soberana del pueblo de Venezuela y a la estruendosa voz de una mayoría que exige se respete la verdad”, ha afirmado González en un mensaje difundido en la red social X.
Ante la claridad de los resultado, ha agregado, “considero llegada la hora de solicitarle a Europa una vez más y más enérgicamente que nunca lo tanto que esta pudiera hacer desde su actuación colegiada a nivel internacional para contribuir al propósito de que en Venezuela se haga valer la soberanía popular expresada en las urnas”.
La resolución ha salido adelante con los votos del Partido Popular Europeo (derecha), los ultraconservadores y la extrema derecha, rompiendo el llamado “cordón sanitario” de las fuerzas progresistas frente a la ultraderecha.
Pese a su victoria, la derecha, que ha tenido en contra a socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda, no ha logrado que el Parlamento apruebe instar a Bruselas y los estados miembros a reconocer a González como presidente electo.
Mientras, en España, la crisis con Venezuela elevó hoy la tensión entre el gobierno socialista y la oposición conservadora, que intercambiaron duras acusaciones sobre el papel del Ejecutivo de Pedro Sánchez en la salida de González Urrutia de Caracas.
El nuevo enfrentamiento surge después de que el opositor revelara que antes de salir de su país se reunió con representantes del gobierno venezolano en la residencia del embajador español de Caracas y lo coaccionaron para que firmara un documento en el que reconocía la victoria electoral de Maduro.
El PP ha acusado al gobierno español de ser cómplice en el “golpe de Estado que se ha producido en Venezuela”, en palabras de su vicesecretario Institucional, Esteban González Pons.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado a pedir la dimisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y explicaciones al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El líder popular ha considerado que el embajador español en Venezuela “debe ser reemplazado, el ministro de Exteriores presentar su dimisión y el presidente del Gobierno español debe dar explicaciones inmediatas”.
Albares rechazó de forma tajante esas acusaciones, insistió en que “España no tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de negociación, con ningún tipo de documento que haya podido haber entre Edmundo González y el gobierno de Venezuela”.
“El embajador de España tenía instrucciones precisas de no inmiscuirse en la libertad de Edmundo González para poder hablar, gestionar, tener encuentros con quién él considerara”, para que la decisión que tomara “fuera la que él realmente quisiera y por eso hablé personalmente con él”, ha dicho el canciller español.
La tensión entre Madrid y Caracas se ha agravado en las últimas semanas después de que el Congreso y el Senado españoles instaran al Ejecutivo a reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela.
En respuesta, el Parlamento venezolano instará este jueves a Nicolás Maduro a evaluar la ruptura de las relaciones diplomáticas y comerciales con España.
Fuente: Latinus