Los elementos de la Policía Comunitaria se encontraban en un puesto de vigilancia en la zona norte del municipio, cuando sufrieron una emboscada la mañana del sábado
MORELIA, Mich.- Una matanza de policías comunitarios perpetrada el sábado por un grupo de civiles armados, alteró el ambiente de tranquilidad que, según las autoridades locales, había tenido el municipio de Coahuayana en la última década.
Aunque hasta este domingo la Fiscalía General del Estado (FGE) no había difundido información oficial al respecto, algunas versiones extraoficiales señalan que fueron ocho los elementos fallecidos y otras indican que las víctimas ascienden a nueve, además de otros cinco policías heridos.
En entrevista con Proceso, el presidente municipal de Coahuayana, Gildardo Ruiz Velázquez, dijo que los elementos de la Policía Comunitaria se encontraban destacamentados en un puesto de vigilancia en la zona norte del municipio, a la altura de la presa derivadora de Coahuayana, cuando sufrieron una emboscada la mañana del sábado.
El funcionario refirió que los hechos ocurrieron a 500 metros de los límites con el estado de Colima, por la localidad de Callejones, municipio de Tecomán.
Ruiz Velázquez dijo que tras la notificación del suceso pidió apoyo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que junto con la Guardia Nacional ha estado realizando recorridos por el municipio.
Comentó que los policías victimados, jóvenes de entre 20 y 26 años, son originarios de varias comunidades del municipio y sus cuerpos fueron levantados la tarde del sábado por personal de la FGE, que los entregó a sus familias después de los estudios de ley en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
De acuerdo con el edil, el pueblo se está organizando para cooperar para los gastos funerarios, además de que los deudos recibirán también apoyo económico por parte del Ayuntamiento.
“Duele que vivamos una situación así; lamentamos mucho la pérdida de estos muchachos —añadió—, es triste y lamentable que se esté dando esta violencia que ha imperado en todo el territorio nacional; Coahuayana era uno de los municipios más tranquilos, con menores índices de muertes y delincuencia en los últimos diez años, pero a partir de abril pasado empezaron algunos detallitos y ahorita la situación está ya más complicada”.
A juicio del alcalde, la muerte de los policías comunitarios constituye “una alerta para el municipio y lamentamos mucho la situación que se está dando, pedimos a nuestro gobierno federal que se busque la manera de que se tranquilicen las cosas; Coahuayana está consternado con las pérdidas humanas que se han tenido”.
Gildardo Ruiz, quien en unos días más concluirá su periodo al frente del Ayuntamiento, recordó que en su último informe de Gobierno dijo estar de acuerdo con la política del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero “solamente en el tema de seguridad es donde lo recrimino yo, porque tiene que ser más estricto y tomar decisiones más fuertes, el país no puede continuar así, se necesita dar libertad a las fuerzas armadas para que hagan su trabajo, no queremos saber nada de delincuencia, que nos den las garantías y que Coahuayana siga como estaba”.
Debido al clima de tranquilidad que había vivido en la última década, actualmente el municipio de Coahuayana se ha convertido en una zona de refugio para mil 385 personas desplazadas que a causa de la violencia se han visto obligadas a salir de sus comunidades ubicadas en otras regiones de Michoacán.
De acuerdo con una activista que radica en la zona, los recientes acontecimientos violentos ponen en riesgo no sólo a los desplazados que están en Coahuayana, sino a toda la población de la cabecera municipal y comunidades vecinas.
Fuente: Vanguardia