La operación de búsqueda se ha complicado por la profundidad en la que se encuentran los restos del barco, 50 metros aproximadamente, y la posición en la que quedaron tras hundirse en costas de la localidad de Porticello
Los buzos italianos han conseguido abrir una vía de acceso al yate hundido frente a las costas de Sicilia para buscar en su interior a las seis personas desaparecidas tras su naufragio, entre estos el magnate británico Mike Lynch.
La apertura del acceso a la nave británica, hundida en medio de una borrasca a 50 metros de profundidad frente a la localidad de Porticello, ha sido posible tras complejas operaciones de los submarinistas, según informó la televisión pública RAI.
La Guardia Costera italiana, desplegada en el dispositivo, explicó en un comunicado que aunque la operación prosigue sin pausa, los buzos por el momento “están valorando si es factible entrar de forma segura” en la embarcación.
La profundidad en la que se encuentran los restos, los buzos tienen que descender unos 50 metros, y la posición en la que quedaron tras el naufragio complican la búsqueda.
Las fases de búsqueda implican la intervención de dos buzos a la vez, que sólo pueden permanecer sumergidos a esa profundidad durante una docena de minutos, incluidos dos minutos para alcanzar la zona y volver a salir a la superficie. Así que en realidad tienen 10 minutos por inmersión para actuar”, explicó a los medios italianos Luca Cari, jefe de comunicaciones de emergencia de la comandancia general de los bomberos.
Asimismo, los guardacostas confirmaron que “por ahora no constan restos de contaminación” por el carburante del yate.
En el momento de la tragedia, el yate de lujo llevaba 22 personas a bordo, 10 tripulantes y 12 pasajeros, y 15 de ellos pudieron salvar su vida, entre estas una niña de un año, Sophie, y su madre Charlotte Golunski, de 35 años.
De acuerdo con las primeras versiones, los turistas dormían en sus camarotes cuando la tromba marina golpeó el yate y el mástil del velero, de 75 metros de altura, se rompió, y las fuertes ráfagas de viento empujaron el velero a inclinarse hacia un lado y finalmente se hundió.
Por el momento, la única víctima mortal confirmada es un miembro de la tripulación, el cocinero francés Ricardo Tomas.
Los seis desaparecidos son el magnate informático Mike Lynch y su hija Hannah, de 18 años; el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su esposa, Anne Elizabeth Judith Bloomer; el abogado de Lynch, Chris Morvillo y su esposa Nada.
Fuente: Latinus