La emergencia climática amenaza los medios de subsistencia y la atención sanitaria del 6% de la población de Latinoamérica y el Caribe, más de 40 millones de personas vulnerables que viven en zonas costeras de baja altitud, según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Latinoamérica y el Caribe es la segunda región del mundo más susceptible a las calamidades naturales, con mil 205 desastres que afectaron a 152 millones de personas entre 2000 y 2019, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Los países más empobrecidos son especialmente vulnerables y se están viendo más afectados por las consecuencias del cambio climático, siendo a la par los que menos aportan a las emisiones que lo causan.
Decenas de millones de personas que viven en zonas costeras de baja altitud en Latinoamérica y el Caribe se enfrentan a las consecuencias de fenómenos meteorológicos extremos que amenazan sus vidas y medios de subsistencia, dijo el estudio, añadiendo que son lugares muy sensibles a la subida del nivel del mar, ya que viven entre cero y 10 metros sobre el nivel de éste.
Brasil y México son los países con más habitantes en zonas vulnerables, con casi 16 millones y 6.5 millones de personas en riesgo en respectivamente, según el estudio.
Aunque la proporción de población afectada se intensifica significativamente en el Caribe, menos poblado, donde el cambio climático amenaza la subsistencia del 17% de las personas viviendo en zonas costeras de baja altitud.
Ante la emergencia climática, existe descontento con la respuesta que están dando los países más contaminantes.
En el caso de las mujeres y niñas, estas se ven afectadas por el cambio climático y las catástrofes naturales aún en mayor medida; desplazadas de sus comunidades y espacios seguros, no pueden acceder a servicios de planificación familiar, partos seguros o protección frente a la violencia de género, señaló UNFPA.
“Mujeres y niñas afrodescendientes e indígenas pobres y vulnerables —que son las menos responsables de la crisis climática— están pagando un alto precio en lo que respecta a su salud y sus derechos sexuales y reproductivos”, afirmó la doctora Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, en un comunicado ligado al estudio.
Las previsiones no son alentadoras para la región. Los pronósticos indican que la temporada de huracanes en el Atlántico, que comienza en junio, será más activa de lo habitual debido a las temperaturas casi récord del océano Atlántico y a las aguas superficiales más frías del Pacífico.
Fuente: Latinus