Puigdemont reapareció en público el jueves en Barcelona —donde estaba al menos desde el martes, según su entorno—, dio un mitin de apenas cuatro minutos y desapareció sin que la policía lograra dar con él
El dirigente separatista catalán Carles Puigdemont ha asegurado este viernes que se encuentra en Waterloo, Bélgica, tras su fugaz irrupción en un acto en Barcelona y su posterior huida, y ha afirmado que nunca tuvo la voluntad de entregarse para responder ante la justicia española, que le acusa de un delito de malversación.
En un extenso mensaje publicado en la red social X, Puigdemont ha expresado sus primeras palabras desde que se esfumó después del acto independentista organizado en su honor este jueves cerca del parlamento regional —justo antes de la sesión de investidura del socialista Salvador Illa, nuevo presidente de Cataluña—, tras el cual huyó y la policía catalana le perdió la pista.
“Hoy estoy en Waterloo después de unos días extremadamente difíciles. Hay que analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de la operación que hizo posible lo que ocurrió ayer. Y lo haré”, explica Puigdemont en su mensaje.
Huido hace siete años de España tras declarar unilateralmente la independencia de Cataluña, Puigdemont reapareció en público el jueves en Barcelona —donde estaba al menos desde el martes, según su entorno—, dio un mitin de apenas cuatro minutos y desapareció sin que la policía lograra dar con él, a plena luz y ante la vista de miles de simpatizantes y decenas de periodistas.
“Ya dije que nunca he tenido la voluntad de entregarme voluntariamente ni de facilitar mi detención, porque me parece inaceptable que se me esté persiguiendo por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de amnistía”, continúa su mensaje, en el que denuncia una caza de brujas contra personas de su entorno por parte de “responsables políticos y policiales que saben que no han estado nada a la altura del momento”.
Poco después de que Puigdemont publicara este mensaje en la red social X, la seguridad de la residencia del expresidente catalán en Waterloo, Bélgica, llamó a la policía para recordar a la prensa que no puede acceder a su casa por ser propiedad privada.
El dirigente independentista respondió así al escándalo provocado por su fuga, que ha puesto en jaque a la policía catalana, que este mismo viernes anunció que sigue la búsqueda porque no descarta que aún estuviera en España.
En otro día de incertidumbre y versiones sobre el paradero del dirigente separatista, el comisario jefe de la policía catalana, Eduard Sallent, ofreció una rueda de prensa en Barcelona en la que reconoció la imposibilidad de detener el jueves a Puigdemont “por más” que lo intentaron.
“Hasta que no tengamos la evidencia de que está fuera del alcance de nuestras competencias, le seguiremos buscando para dar cumplimiento a la orden de detención”, indicó.
Sobre Puigdemont pesa una orden de detención por un delito de malversación, no contemplado en la ley de amnistía aprobada recientemente en España, de la que se han beneficiado varios líderes independentistas implicados en el intento soberanista de 2017.
Fuente: Latinus