Debido al incremento en el uso de aparatos de aire acondicionado con el aumento de las temperaturas durante los meses de verano, el sistema eléctrico podría generar apagones que afectan de manera significativa los pozos de la J+, a pesar de los esfuerzos que la CFE hace para que no sucedan.
Es por eso que la Junta de Agua y Saneamiento de Juárez informa a todos sus usuarios que cuando se registran suspensiones en fluido eléctrico, dejan de funcionar los pozos que abastecen de agua potable a los juarenses.
Aunque el apagón dure solamente un segundo, la afectación a los pozos es mucho mayor y por eso los usuarios pueden registrar falta de agua en sus viviendas, aunque cuenten con el servicio de electricidad.
La ingeniera Tanahili Gaytán, jefe de Agua Potable de la J+, informó que cuando un pozo deja de funcionar, puede tardarse hasta tres horas en volver a enviar agua potable a la red, lo que afecta el suministro.
Explicó que cada vez que un pozo se detiene, se dan tres situaciones. Primero, se recibe agua con arena debido a que el pozo empieza a extraer la arena del acuífero. Por eso se pide a los usuarios que dejen correr un poco el agua antes de utilizarla en sus labores cotidianas.
Posteriormente se presenta agua con color, lo que los juarenses identifican como agua chocolatosa. Finalmente, se pueden presentar tomas tapadas.
Para aminorar estos efectos, la J+ adquirió plantas generadoras de energía para instalar en los pozos ubicados en las zonas que sufren más apagones. Es una situación que se sale de nuestras manos, pero que se atiende lo antes posible, pues en cuanto se registra un pozo apagado, el área de Telemetría de la Junta trabaja para que su funcionamiento se dé en el menor tiempo y disminuir el impacto a los usuarios. 
